De este sucedido con la prodigiosa máquina proviene la archiconocida frase, una máquina de la que podríamos decir que anda aún en busca de inventor, ya lo hemos adelantado, Arquímedes es quizás el hombre más famoso asociado a esta máquina simple, pero no es el único ni fue su inventor.
Alrededor de la autoría, entre otros, le precedieron Platón,
Aristóteles o Estratón; y con posterioridad da Vinci, Stevin
o Galileo siguieron las huellas arquimedeanas.
“...Si
hubiera otro mundo y pudiera ir a él. Entonces podría mover éste"
Si lo piensa bien, verá que es del todo imprescindible pues nos muestra la imposibilidad existencial, física y técnica, de semejante máquina simple; una cosa es que una idea sea correcta en teoría y otra que se pueda llevar a la práctica, una limitación por otro lado que no resta ni un ápice de utilidad a la recién nacida mecánica.
Por el contrario, es una prueba
más de que la teoría científica puede resolver aplicaciones prácticas de la
vida diaria, de que la ciencia puede ser una de las llaves del
conocimiento de la naturaleza.
Por suerte la ciudad de Sevilla tiene algún que otro reconocimiento, digamos arquimédico, al que recurrir y mientras lo pergeñamos, le dejo con otra cita de las suyas: ‘Las magnitudes están en equilibrio a distancias recíprocamente proporcionales a sus pesos’. Gracias, Arquímedes. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 16 de mayo de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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