(Continuación) De ahí que prefiera llamarlo equinoccio de marzo y, según a donde nos refiramos, diremos si se corresponde con la estación de primavera o la de otoño, así no hay confusión. Una fecha de inicio de estación que a lo largo de este siglo sucederá hasta en tres ocasiones (19, 20 y 21 de marzo), a saber.
La más tempranera, que tendrá lugar en las postrimerías
del mismo, allá por el finisecular 2096; la de ayer; y la más tardía que ya
ocurrió, pues fue en el 2003. Una estación con una duración de noventa y dos
días y dieciocho horas, que terminará el próximo 21 de junio con el comienzo de
la siguiente; es lo que tiene la primavera, que dura lo que tarda en llegar el
verano.
Mirando
el cielo vernal
De la visibilidad de los planetas comentarle que, al amanecer, podremos ver a Venus, Marte y Saturno durante toda la estación, y a Júpiter desde mediados de abril, apareciendo los cuatro aproximadamente alineados hacia el este. Por el contrario, tras la puesta de sol, el cielo solo nos mostrará a Mercurio y únicamente durante unas semanas, entre mediados de abril y principios de mayo.
En lo que respecta a nuestro satélite y sus fases
más llamativas, las fechas son: como luna llena o plenilunio el
16 de abril, 16 de mayo y 14 de junio; y como luna nueva o novilunio
el 1 de abril, 30 de abril y 30 de mayo.
Durante esta primavera tendrán lugar dos eclipses. Uno parcial de Sol, el 30 de abril, visible en el sur del Pacífico y de Sudamérica. Y otro total de Luna el 16 de mayo, que podrá verse en Europa, África y América.
También podrá observar, aunque no disponga de telescopio,
de dos lluvias de meteoros: las Líridas, con su máximo hacia el
22 de abril; y las Eta acuáridas, hacia el 6 de mayo. Y claro está,
también esas agrupaciones ficticias de estrellas que conocemos como constelaciones.
Del
alargamiento de los días
Como seguro sabe por propia experiencia, es en esta época del año cuando los días se “alargan”, duran más. En estas latitudes el Sol saldrá por las mañanas más de un minuto antes que el día anterior, y por la tarde se pondrá más de un minuto después.
Perdonen la forma de expresarme -pienso
como Copérnico, pero hablo como Tolomeo-, pero el caso es que,
como consecuencia de este cómputo, todo suma, desde que se inicie la primavera,
el tiempo que el astro esté por encima del horizonte aumentará en casi tres
minutos por día. Un poco más, algo menos; me despido con el poeta sevillano, "La
primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido".
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 21 de marzo de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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