Ubicada en el sevillano barrio residencial conocido como Ciudad Jardín (41005) -conjunto de pequeños chalets unifamiliares construido para la Exposición Iberoamericana de 1929, dentro del distrito de Nervión-, con sus 429 m de longitud esta calle discurre entre las rotuladas como Francisco Varela donde empieza y Juan Bautista donde termina.
En su V
centenario
Inicialmente denominada calle 25, con un lustro de retraso conmemorativo natalicio, en 1949, pasó a ser rotulada en honor y memoria del humanista y gramático que trajo la modernidad al español, entre otros importantes logros sociales y culturales, Antonio de Nebrija (1444-1522), de quien este verano se cumplirá el quingentésimo (500.º) aniversario de su muerte.
Una efeméride redonda y luctuosa del que fue nuestro Erasmo antes de Erasmo, que irá acompañada de actividades sociales varias, ediciones conmemorativas ad hoc y actos culturales propios, que nacen con la intención de resaltar el valor personal del hombre e intelectual del genio y, de camino, el de la universal permanencia de nuestro idioma. O algo así.
Nacido en Lebrija (Sevilla) como Antonio Martínez de Cala e Hinojosa sus orígenes resultan ser inciertos aunque parece ser que era hijo de agricultores no siervos, pequeños terratenientes de mediana condición social, a los que algunos exégetas adjudican una probable ascendencia conversa.
Una circunstancia religiosa que podría justificar su buen dominio del hebreo, causa de algún que otro disgusto en 1506 con la Inquisición. Nada preocupante. En cualquier caso y gracias a una beca eclesiástica, estudió en la Universidad de Bolonia, la más antigua de Europa y centro del humanismo académico de entonces, donde ya destacó como estudiante.
Sin duda alguna Bolonia resultó fundamental en la vida de Nebrija quien, desde muy pronto, empezó a dar muestras de que era todo un hombre renacentista. No en vano recreó su nombre anteponiendo el latino de Elio y sustituyó su patronímico apellido por el de la ciudad natal, que transcribió siempre en la forma Nebrija.
Elio Antonio de Nebrija, quien además no dudó lo más mínimo en autonombrarse como ‘Aelius Antonius Nebrissensis grammaticus’, una especie de alias literario y toda una declaración de intenciones. Digo yo.
En busca
del humanista
No obstante, la de nuestro sabio, fue una vida sin
sobresaltos y nos consta que estuvo dedicada casi por completo al estudio y la
escritura del área lingüística, lo que le convirtió en un personaje clave del Renacimiento
castellano, estando a la vanguardia de las letras europeas y ocupando un lugar
parejo con los grandes humanistas italianos, inter pares. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 28 de febrero de 2022, en
la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.
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