Los Torroja: Ciencia, aristocracia y arte (1)

(Continuación) El caso es que el segundo martes, de la segunda semana, del segundo mes, del segundo año, de la tercera década del siglo XXI, por cierto del tercer milenio, vaya apostilla calendaria que me he marcado, habemus papam nobiliario a favor de Ana Torroja.

Sí, aquella chica menuda de voz timbrada que allá por los años 80 del pasado siglo, junto a sus compañeros del grupo Mecano, nos cantaba entre contorsiones corporales lo de ‘Hoy no me puedo levantar / el fin de semana me dejó fatal / toda la noche sin dormir / bebiendo, fumando y sin parar de reír’. Magnífica.

La misma que casi sin solución de continuidad, ayer cantante, es hoy marquesa y en el ínterin cuarenta años de nada. La vida pasa y ya lo cantó Gardel, aunque con otra temporalidad, y es que hoy día, van tan deprisa todo: ‘Sentir que es un soplo la vida / que veinte años no es nada / que febril la mirada, errante en las sombras / te busca y te nombra’. Magistral.

Aunque, ya se lo habrá imaginado, el nombramiento ha recibido duras críticas por parte de la Asociación Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), por considerarlo “un insulto a las víctimas de la dictadura y un menosprecio democrático que el Gobierno de 2022 herede la mirada de un dictador y ratifique sus decisiones”.

No obstante, la familia Torroja tiene total derecho a él, lo que unido a la condición de ser ella la mayor de los nueve hermanos, la han convertido en la III marquesa de Torroja, una situación que no ha dejado de sorprender a más de uno.

III marquesa de Torroja: Ana Torroja Fungairiño (1959)

De hecho, ya la solicitud de sucesión para heredar el título nobiliario cogió de sorpresa a muchos de los más próximos a la artista pues ella, desde siempre, mostró ciertos escrúpulos y dudas al respecto de recibir según qué tipos de reconocimientos y honores.

Argumentaba que el título lo había aceptado su abuelo del dictador Franco pero, eso sí, añadía, por méritos propios en su desempeño profesional, un reconocimiento que extendía también para su padre mas no así para ella, dada su trayectoria como estrella del pop.

No, no parecía que fueran por ahí sus inquietudes e intereses sociales en aquellos entonces, máxime conociendo el origen político-institucional del mismo. Sin embargo, algo debió cambiar con el paso del tiempo pues este último junio, tan solo unos días antes de la muerte de su padre, hacía unas declaraciones a la prensa.

Un título heredado

“A mi abuelo el marquesado se lo dieron por su labor y luego mi padre lo heredó … A mí me da un poquito igual, pero a él le hace ilusión que siga, así que seguramente hagamos los trámites”. Tal cual lo lee, y tanto que hizo los trámites. (Continuara)

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