Tendría que comprobarlo, pero es más que probable que en las casi quince navidades que tengo el placer y el honor de dirigirme a usted a través de esta tribuna, haya expresado en al menos una manita de ocasiones, mis dudas acerca de la autoría flaubertiana de la cita del titular.
Ya sabe, la misma con la que el escritor francés Gustave Flaubert (1821-1880) supuestamente respondía cuando, harto como estaba de que le preguntaran una y otra vez por la identidad real del personaje, él espetaba: ‘Madame Bovary soy yo’.
Precedentes
Incluso, yendo más lejos, he llegado a manifestar en
más de una ocasión mi convicción de que dicha atribución era totalmente
infundada, eso sí, sin aportar la menor documentación que la sustentara. Sin
duda es osada la ignorancia.
Pero no queda ahí la cosa pues, para más inri y con frecuencia, lo he acompañado de una doble confesión inculpatoria, resulta que, por un lado, soy poco de fiar -fíese de mí que me conozco bien- y, por otro, además, en estos casos gusto del proverbio italiano que reza ‘E se non e vero, e ben trovato’ (“Y si no es verdad, está bien traído”). O sea, imperdonable.
Sin embargo, todo eso es a partir de ahora, pasado.
Aprovechando que estamos en plena conmemoración
del bicentenario del nacimiento del escritor francés, me propongo aportar la fuente
en la que me baso para afirmar, a ciencia cierta, que nunca escribió dicha
frase.
‘El hilo del collar: Correspondencia’, 2021
Es el título del libro en el que el antólogo,
traductor y catedrático Antonio Álvarez de la Rosa publica una panoplia
con 350 cartas del escritor francés, y donde llega a afirmar que dicha frase no
aparece por ningún lado, ni en su correspondencia ni en alguno de los miles de
apuntes que encierran los cuadernos de notas con los que trabajaba.
Se trata por tanto de un tópico tan extendido como incierto. De hecho, no fue hasta treinta años después de su muerte cuando René Descharmes, uno de los mejores especialistas en su obra, contó aquello de que una amiga de Flaubert le dijo, que le habían dicho, que alguien le había contado y que uno oyó decir, que....
Bueno, ya sabe, una versión más de cuando el rumor callejero
se transforma en verdad académica o la anécdota alcanza el rango de categoría. Aunque
no es menos cierto que en su ingente epistolario, este gigante de la literatura
hace múltiples referencias a la novela Madame Bovary, publicada a
finales de 1856 por entregas en ‘La Revue de Paris’ y después, en forma
de libro, al año siguiente.
Intercambio epistolar
Por ejemplo, en la carta que le manda a su amante Louise
Colet donde, sobre Madame Bovary, dice: “En cuatro días he hecho
cinco páginas, pero hasta ahora me divierto”. Ya ve, pasión y trabajo de la
mano, siempre en busca de la palabra justa. Insustituible Flaubert. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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