domingo, 25 de julio de 2021

Ovnis, ¿nos visitan? (y 3)

(Continuación) Bien porque sean demasiado antiguas como para recabar de ellas la información necesaria, suficiente y fiable. Bien porque se trate de un fallo en la lectura del sensor, por ejemplo, de infrarrojos (IR). Bien porque sea en realidad un fenómeno natural, como un espejismo. O bien porque se trate de una equivocación técnica y no le canso más.

Como puede apreciar no son respuestas expresas de un astrofísico, sino sencillamente las lógicas de un experto en tecnología que fuera consultado. Y es que, por lo que tengo leído y por propia experiencia, muchos de los que buscan extraterrestres no encuentran lo que hay, sino lo que van buscando, lo que quieren encontrar. Un mal asunto.

Malo porque, lo único cierto es que en estos setenta años de fenomenología ovni, no se ha hallado ninguna evidencia, mucho menos prueba científica, de que sean naves extraterrestres tripuladas por seres inteligentes. De modo que estamos ante, simplemente eso, un nuevo mito. Y la ciencia está para todo aquello sobre lo cual cabe discusión enseñándonos, sobre todo, a dudar y a ser ignorantes.

Expedientes ovnis españoles

Algo parecido a este sucedido estadounidense de la tercera década del siglo XXI, tuvo lugar en España durante la última década del pasado siglo XX, cuando el Ejército del Aire encargó al ufólogo español Vicente-Juan Ballester Olmos (1948), el análisis y evaluación de 122 casos de posibles objetos voladores no identificados ocurridos en España, desde 1962 a 1995, a fin de su desclasificación.

Y tras su estudio encontró una causa plausible para 114 de ellos (hablamos de un 93,44 %), entre los que se encuentran los conocidos avistamientos de supuestos platillos volantes, testimoniados por decenas de personas en Canarias entre 1976 y 1979. Seguro que los recuerdan.

Ballester, tras cotejar las horas en las que las luces fueron vistas en el cielo, con lanzamientos de misiles de prueba estadounidenses llevados a cabo desde un submarino situado a 5000 km de las islas, comprobó que coincidían. Para los restantes 8 casos (el 6,56 %), afirma carecer de pruebas suficientes para poder emitir un juicio.

En cualquier caso, el investigador se ratifica en el valor histórico de todas las observaciones, si bien abunda en un par de ideas. Una es la de evaluar con sumo cuidado la fiabilidad de los sensores instalados a bordo de las aeronaves. Otra es hacer lo propio con las apreciaciones de sus pilotos pues, al fin y al cabo, son humanos y se pueden equivocar también, casi como cualquiera.

Adenda

A falta de más información, y sin olvidarnos que la ciencia no es más que la progresiva aproximación del hombre al mundo real, le dejo con unos comentarios que me han llegado al blog y que les resumo en un par de cuestiones: ¿Estamos solos en el universo? ¿Hay alguien ahí fuera?; ¿Considera que es peligroso un encuentro con extraterrestres?

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

 

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