(Continuación) Fue ya en el siglo XXI, entre 2007 y 2008, cuando se inició de nuevo la producción y fotografía para el rodaje que, ahora por el trágico fallecimiento del director, tampoco se pudo llevar a cabo.
El resto es historia, el 23 de octubre de 2020 la plataforma de ‘streaming’ Netflix estrenó, con gran éxito de crítica y público, la miniserie de siete (7) episodios basada en la novela.
El
tablero preferido
Un extraordinario éxito televisivo, lo vieron más de
sesenta y dos millones (62 000 000) de espectadores en su primer mes de
emisión. Una especie de nuevo acontecimiento histórico en el planeta, producido
una década después de la “conjunción planetaria” que, supuestamente,
protagonizaran dos líderes políticos progresistas a ambos lados del Atlántico.
Dicho esto, con todos mis respetos por la ciencia de la astronomía
y, naturalmente, al más puro “estilo leirepajinesco”. Perdón, perdone la chusca
digresión por la que le presento mis disculpas, y vuelvo al acontecimiento
televisivo en el que sus protagonistas fueron dos.
De un lado, la pandemia COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 y el confinamiento que obligó a la gente a quedarse en casa, lo que conllevó una gran demanda de juegos de mesa, ajedrez incluido; y del otro, un espectacular aumento de plataformas tipo Netflix.
Dos conceptos, el de juego de mesa y producto audiovisual,
que confluyeron en ‘Gambito de Dama’ provocando una conmoción económica donde
menos se puede usted imaginar, en una fábrica de tableros de ajedrez.
El
tablero preferido
Es probable que, si es amante del ajedrez y ha visto la
serie, se percatara de este detalle: a lo largo de los capítulos aparecen
diferentes tableros cuya calidad de fabricación aumentaba conforme se iba
elevando el nivel del torneo en el que participa la protagonista. Normal.
Pues bien, el que aparece en el torneo final que juega en Rusia la representante de EE. UU., uno de color negro con un cuadro de color raíz y marquetería roja y amarilla, resulta que es de origen español y se fabrica en España. Qué me dice.
Y no queda ahí el asunto pues, al decir de los
fabricantes, no paran de llegarles pedidos desde todo el mundo, vamos lo que se
dice un boom comercial planetario.
Ahora que lo pienso y tras lo dicho, quizás no iba muy
descaminado con mi digresión política o, como dijo uno de los padres de la ciencia
ficción, “si quieres destruir a una persona, entonces véncela al
ajedrez. Es mucho más seguro que el veneno”. Por cierto, un último enlace enrocado (Vladimir
Nabokov, el novelista de las mariposas y el ajedrez), en relación de esta
actividad intelectual con la literatura. (¿Continuará?)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
Espero que lo haga y no tarde mucho.
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