El rito del sapo bufo

Nada más leer el titular, tengo por seguro que se ha hecho una idea, acertada lo más probable, de lo que viene a continuación. Al fin y al cabo no es poca la cobertura informativa que, a lo largo del pasado mes, ha recibido la noticia asociada y en no poco programas de comunicación. Una noticia por cierto dada en este año pandémico, aunque el luctuoso sucedido viene de más atrás pues acaeció en el verano de 2019.

Por si no cae en este momento se la resumo y esquematizo, basándola principalmente en media docena de ejes protagonistas: un pretendido ritual chamánico, la muerte cierta de una persona en extrañas circunstancias, un ex actor de un género cinematográfico con morbo, un sapo americano exótico, una potente sustancia alucinógena y la creencia en un falso remedio para combatir la adicción a las drogas. Como ven un cóctel de lo más completo y con lo mejorcito llegado de cada casa.

Por lo que sabemos, y con la intención de dejar el consumo de drogas, durante la celebración de un ritual chamánico, el fotógrafo José Luis Abad murió al inhalar cierta sustancia venenosa extraída del anfibio de marras y que le suministró su anfitrión, el ex actor porno que responde al nombre artístico de Nacho Vidal, motivo por el que está acusado de homicidio imprudente.

Por otro lado, casi todo apunta a que el animal no es otro que el sapo bufo y las sustancias implicadas, con efectos psicotrópicos, son la 5-MeO-DMT y la bufotenina. Vayamos por parte, como me dicen en la carnicería: ¿Por dónde le corto, Don Carlos?

Sapo bufo. Bufo alvarius

Es un anfibio nativo del continente americano que vive en el desierto de Sonora, México, y en el sur del desierto de Arizona, Estados Unidos. De su ciclo vital comentar que pasa gran parte del tiempo bajo tierra en estado de hibernación, lo hace durante diez meses, y es solo durante la temporada de lluvia cuando sale a la superficie y retoma cierta actividad nocturna para comer y reproducirse.

Conocido también como sapo del desierto sonorense o sapo del río Colorado, el nombre científico de esta especie endémica de la familia Bufonidae, no es otro que Bufo alvarius o Incilius alvarius y fue descrito por primera vez en 1859 por el médico y zoólogo francés Charles Frédéric Girard (1822-1895).

Este es el sapo bufo que saltó a la palestra mediática en España y no lo hizo precisamente por su escasa vida social en el desierto de Sonora entre México y Estados Unidos del que, perdonen el inciso, me ha venido el recuerdo cinematográfico de Thelma y Louise el ‘road movie’ de 1991 dirigido por Ridley Scott y protagonizado por Geena Davis en el papel de Thelma y Susan Sarandon como Louise. (“Bueno, no estamos en el fin del mundo, pero desde aquí se ve…”).

No, no es el animal en sí mismo el motivo de su fama sino otro, por desgracia, más desgraciado. Me refiero al mal uso que se hace de una mezcla de color lechoso, segregada por sus glándulas parótidas y contenedoras de un cóctel de alcaloides psicoactivos que provocan alucinaciones, entre otros temidos y temibles efectos. (Continuará)

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