Para cualquiera que haya
observado durante unos días y con cierto detenimiento una playa, resulta
evidente que el agua se mueve hacia atrás y hacia delante de manera periódica, ascendiendo
y descendiendo su nivel, en un fenómeno natural que coloquialmente conocemos
como marea.
Prácticamente y cada día
sube dos veces (pleamar) y baja otras tantas (bajamar), de modo
que podemos decir que hay cuatro (4) mareas diarias con una duración
aproximada de unas seis horas.
Saber popular
Lo dicho es conocido como
cultura popular y sabido por el hombre desde que lo es, ya que se hace difícil
pensar que el Homo erectus, en su periplo por las costas oceánicas desde
la cuna de la vida africana, no se percatase de que dos veces al día el agua sube
y baja.
Un espectáculo que le ha
fascinado desde que se percató de estos cambios cíclicos, unos movimientos del
agua hasta cierto punto regulares y predecibles, y empezó a comprender cómo
afecta a diversos aspectos de la vida en la Tierra, incluida la suya
misma.
Con respecto al número de
mareas diarias y su duración, disculpen que les hable desde mi propia y
dilatada experiencia veraniega a orillas del océano Atlántico, en honor a la
verdad hay que decir que no siempre se dan cuatro (4) cada día, ya que su
duración es de seis horas y cuarto aproximadamente.
Este es el motivo por el
que la marea se retrasa una hora cada día, y que cada siete la marea nos
la encontremos subiendo o bajando cuando vamos a la playa.
Un dato a conocer, el del
estado de la marea, siempre importante cuando se trata de elegir dónde
construir un castillo de arena, para que el agua no nos lo destruya antes de
tiempo, o de decidir a qué hora bajamos a jugar el partido de fútbol para tener
playa suficiente.
Una (brevísima) historia científica de las mareas
De nuevo cultura popular actual como también lo es que, desde
siempre se haya dicho que el causante de las mareas es nuestro satélite, la Luna.
Bueno, ella, pero también él, nuestra estrella el Sol. Mas no adelantemos
acontecimientos que primero es lo que va antes.
Les decía más arriba que
todo esto y algo más ya era conocido desde el principio por el hombre, si bien las
primeras constancias escritas que tenemos se remontan a la antigüedad, naturalmente a los clásicos, a quién si no.
Dejando de lado alguna que otra explicación acientífica, proveniente de la mitología mesopotámica, según la cual una supuesta divinidad era quien con su magia controlaba las mareas ("Dios controla las mareas"), dejándolas, el primer científico asociado a las mareas es del siglo IV a. C.
Mareas en la antigüedad griega. Piteas
Y nos viene de la mano del marino y explorador griego Piteas (s. IV a. C.), uno de los pioneros en cruzar el estrecho de Gibraltar, siendo además de los navegantes más
científicos de la antigüedad. (Continuará)
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