(Continuación) Ellas son las que suscitan tanto
interés mediático, destacando sobre todo la 5-MeO-DMT y la bufotenina,
ambas sustancias con efectos psicotrópicos. Pero antes de pasar a describirlas,
me gustaría hacer una puntualización en lo que respecta al ritual y el animal.
Ni tradicional ni chamánico ni satánico
Hasta donde he podido averiguar no existe
constancia de un uso ritual, ni tradicional ni chamánico, de
estas sustancias con procedencia animal. Trato de decir que es posible que el
ritual se haya realizado durante siglos o milenios, formando parte de algunas
tradiciones de diferentes etnias y pueblos indígenas, pero siempre ligado al
consumo de sustancias de origen vegetal (ayahuasca y otras plantas) y no animal.
Tampoco es cierto que estemos ante un ritual
satánico, como en algunos artículos se ha catalogado al contexto en el que
se consumen estas sustancias. La ideología sincrética -con elementos de
espiritualidad oriental, nativa americana, o de distintos pueblos de la
Amazonía- que le acompaña, apunta a una mezcla de creencias dispares, más cercana
a un cierto animismo o veneración a la tierra que al satanismo.
Un uso no ritual de los sapos le decía, que
no excluye al médico y curativo que estos animales han desempeñado en diferentes
civilizaciones antiguas. Las culturas maya y azteca nos ofrecen representaciones
iconográficas y mitológicas de estas prácticas médicas y artes de curación, con
sapos que datan del año 2000 a.C. Son precisamente las esculturas de la segunda,
las que enfatizan las glándulas parótidas de los sapos, donde se
encuentran las secreciones psicoactivas.
“Fumar el sapo”
Por último, ha de saber que en España ni
las sustancias ni el animal son ilegales, al no estar reguladas en nuestra
legislación. Una alegalidad, por cierto, que no significa que el sapo se fume,
dicho esto con ironía y referido a la expresión que en ciertos entornos se
utiliza, “fumar el sapo”, para referirse al momento
de consumo.
Ni que decir tiene que lo que se inhala son
los vapores producidos por las secreciones del sapo, una vez secas y
vaporizadas, y no el animal en sí; eso, o las referidas sustancias ya
sintetizadas, lo cual es preferible, la 5-MeO-DMT y la bufotenina.
Por lo que me cuentan y para tranquilidad de los animalistas, en el proceso de
extracción de la secreción, una especie de látex, el sapo suele salir indemne.
Un sapo que es conocido también en el argot
como ‘sapo del amanecer’, en probable alusión al ficticio despertar espiritual
y la aprehensión de conocimientos y saberes despreciados por la ciencia
contemporánea, que experimentan las personas tras su inhalación.
No hay más que
oírlas, para hacerse una idea del nirvana que creen haber experimentado, tras
una suspecta búsqueda recreativa para explorar los límites de la percepción, o
una falaz cura terapéutica para combatir adicciones. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
de lo más interesante y actual. enhorabuena
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