(Continuación) Y todo ello en
unos tiempos en los que aún no existían instrumentos de precisión, que pudieran
indicar la cantidad de materia de una piedra preciosa. Pero he aquí que utilizando
como pesas en una balanza estas semillas de algarrobo se podían pesar con
bastante exactitud, piezas tan pequeñas como las gemas y las perlas. Y como
algarroba en griego es Keration, de ahí deriva el nombre de quilate,
su unidad de masa.
Con el tiempo los árabes, una vez
que conquistaron la Península Ibérica, la adoptaron denominándola ‘quirat’,
que en francés pasó a ser ‘carat’ y en español nuestro actual quilate. Este
es, en resumen y desde el punto de la vista de la historia y la etimología,
el motivo por el que en joyería se pesa en unidades quilate.
Pero recordemos la polisemia
del término y su doble significado, uno como unidad de masa de las gemas,
lo que podríamos llamar quilate gemológico o quilate-masa, y otro como unidad
de pureza del metal precioso oro, que por paralelismo denominaremos quilate
orfebre o quilate-pureza.
Estamos dentro de la gemología, entendida
como disciplina que trata de las piedras preciosas o gemas y que en el
siglo XIX -con el descubrimiento del electromagnetismo, el análisis
espectral, la clasificación periódica de los elementos químicos, los
rayos X y la radiactividad natural, entre otros fenómenos
científicos- pasó a ser considerada una rama de la mineralogía y de la geología
ciencias que las estudian, identifican, analizan y evalúan.
En este caso quilate es el nombre
de una unidad, de símbolo ‘ct’ (de la grafía francesa ‘carat’),
correspondiente a la magnitud física conocida como cantidad de
materia o masa (m), y cuyo valor desde 1907, con la implantación del
sistema métrico decimal, corresponde a la quinta parte de un gramo (1/5
g), doscientos miligramos (200 mg) o cero coma dos gramos (0,2 g). Es decir, 1
ct = 0,2 g. Siete años después, el 1 de abril de 1914 fue aceptado como unidad
patrón, denominándose quilate decimal o quilate métrico.
Pero dado que los diamantes suelen ser de
tamaños pequeños, 1 mm por poner un ejemplo, esta unidad a veces resulta ser
demasiado grande para pesarlos, de ahí que el quilate se divida en cien partes llamándose
cada fracción punto, de forma que 1 punto = 0,01 ct. Aproximadamente,
por completar el ejemplo, un diamante de 1 mm suele pesar ½ punto.
Desde un punto de vista técnico-profesional,
la masa de una gema o de un grupo de ellas se expresa con dos cifras decimales,
o sea hasta las centésimas, y así podemos ver anotado en un cuaderno de laboratorio
una “pesada” de m = 5,25 ct o lo que es lo mismo, una masa de cinco coma
veinticinco quilates en joyas. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
Tengo un par de dudas:
ResponderEliminar1. ¿qué son los quilateros?
2. Una amalgama, ¿es lo mismo que una aleación?
De los quilateros no tengo ni idea y sobre amalgama se explica en el blog en la entrada '¿Qué es una amalgama'
ResponderEliminarUn artículo interesante. Solo querría añadir que los quilates son lo que aporta la ley del oro. Cuando decimos que se trata de oro de primera ley, tiene un mínimo de 18 quilates, es decir, un 75% de pureza. El resto es lo que compone la aleación, lo que le confiere distintas propiedades, como el color y la dureza.
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