Cuarentena

Es una palabra polisémica -hasta nueve acepciones recoge nuestro Diccionario de la Lengua Española (DEL) de la Real Academia Española (RAE) en su actualización de 2019- y a los efectos que nos traen, cinco de ellos hablan de su significación cuantitativa y temporal, al aludir al conjunto de 40 unidades de lo que sea o a esa edad humana comprendida entre los 40 y los 49 años, que para algunos parece marcar un punto de inflexión, o no, que de todo hay en la viña del Señor.

De ésa y de esta otra, la significación cualitativa preventiva, una prevención entendida, bien como el aplazamiento por un tiempo de la publicación de una noticia o un sucedido, hasta asegurarnos de su certidumbre o certeza, o bien como el aislamiento a que se somete a personas o animales, por razones sanitarias, durante un período de tiempo.

Una de las cuarentenas más conocidas es la que hace alusión al posparto o puerperio, período de tiempo que dura la recuperación completa del aparato reproductor después del parto, y que suele durar entre cinco y seis semanas, la susodicha cuarentena, si bien, dado que las ciencias adelantan que es una barbaridad, con ella estos tiempos cambian. Pero estamos ante un término que se aplica a otros campos, además de los anteriores: calendario, metrológico y sanitario.

‘Cuarentañero’ y Cuaresma

Y así, con relación a la edad y respecto a esas décadas cumplidas, es todo un tópico entre los hombres, entiéndalo como masculino plural genérico, la supuesta ‘crisis de los 40’, que viene acompañada del temor que despierta dicho número indicativo de la edad que tenemos, por no hablar del rechazo que genera la idea de hacernos mayores ("llegar a viejo es lo último", decía mi madre con su fina ironía).

Temor y rechazo que propiciaron en determinados contextos el surgimiento del nuevo término ‘cuarentañero’, en sustitución del clásico ‘cuarentón’ que ni que decirle tengo, desde el punto de vista de la biología es la misma edad pero, socialmente suena no ya diferente sino menor. Una cuestión de imagen lingüística y la tontuna de que los cuarenta son los nuevos treinta y si a los treinta se es 'treintañero', pues a los cuarenta se tiene que ser cuarentañero. En fin, cosas de la edad. Y de lo humano a lo divino, la Cuaresma.

Del latín quadragesima, ‘cuadragésimo día (antes de la Pascua)’, es el tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua, Pascua de Resurrección, Pascua Florida, Domingo de Pascua, Domingo de Resurrección o Domingo de Gloria, la fiesta principal del cristianismo por razones obvias ya que con ella se celebra la Resurrección de Jesús al tercer día de su crucifixión y muerte. (Continuará)

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