(Continuación) Esta
parte comprendía esta mitad de Pagés del Corro y numerosas calles colindantes
como Betis, Pureza, Rocío, Bernardo Guerra, Pelay Correa, la plazuela de Santa
Ana frente a la Parroquia de Santa Ana y así hasta la calle San Jacinto, linde
de las dos cavas.
A partir de
ella y hasta Chapina, discurre la zona que era conocida como Cava Vieja
o Cava Baja hasta que en el siglo XIX empezó a ser llamada popularmente Cava
de los Civiles, quizás por encontrarse asentado en el antiguo número 21 de la
calle una casa Cuartel de la Guardia Civil, o tal vez por oposición al nombre
del otro tramo.
La Cava de Triana. Versión legendaria
Según reza cierta
leyenda, el nombre de Cava no vendría del foso protector sino del de una joven
bellísima, Florinda, hija del conde visigodo Don Julián, gobernador de Ceuta, que
habría vivido ahí en la época previa a la llegada de los moros a Sevilla. Al
parecer Don Julián, allá por el año 710, la había enviado a Sevilla para
completar su educación y de camino preparar un buen matrimonio con algún
príncipe visigodo.
Y hete aquí que
su hermosura llamó la atención del duque de la bética don Rodrigo (o Ruderico)
quien, paseando un día por la ribera del Guadalquivir, la vio bañarse desnuda
en el río y se quedó prendado de
ella. Pero había un problema pues ya estaba casado con Egilona, “la de los
lindos collares”, que nació y murió en Sevilla (659-718).
La princesa Cava
A partir de
aquí, de la leyenda existen dos variantes. Según la primera, Florinda daba
evasivas a las seducciones del duque hasta que una noche, “enamorado y en
ardor”, la violó sin que ella, al parecer, gritara a
fin de que sus damas de compañía la
oyeran y detuvieran el sucedido carnal del que quedó embarazada.
Según una
segunda variante, en realidad, ella era la amante de Don Rodrigo y su baño en
el río completamente desnuda obedecía a una provocación calculada, confiando en
excitarlo tanto como para conseguir que la desposase, lo que al final no ocurrió.
En cualquier
caso, sea el santo que fuere, desde ese sucedido Florinda pasó a ser conocida
como ‘la princesa Cava’, que en árabe significa ‘prostituta fina’, y como su
residencia estaba por la zona, pues cava la dueña y cava el lugar. En fin,
estas cosas pasan y no son más que antañonas leyendas de hace siglos.
Lo que ya no es
leyenda, y de este supuesto sucedido tuvimos noticia hace poco más de un año,
es la presunta denuncia presentada ante juzgado, para el cambio del nombre de la
calle Pagés del Corro por incitación a la pornografía, exaltación del onanismo
e incitación al tocamiento. Como lo lee.
Sin duda son tiempos
convulsos estos que corren, a los que hay que añadir la maldita costumbre,
tan de moda últimamente de publicar noticias falsas, esas que en inglés los hijos de la pérfida
Albión llaman ‘fake news’. Pueden leerla en la web Sevilla
Today. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
¿Dónde se pueden leer todas las entradas publicadas en el blog, relacionadas con Sevilla y la Ciencia? Me parece una buena forma de divulgación científica y creo que ayudaría una especie de índice. Gracias.
ResponderEliminarBuenos dias ¿seria usted tan amable de aportar información sobre quien o quienes presentaron tal denuncia y ante que juzgado se hizo? Gracias
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