Aquél en el que se cuenta el idilio del caballero de la legendaria tabla redonda artúrica Tristan, con la princesa irlandesa Isolda. En fin, cosas del querer de toda la vida de Dios, con pócimas y filtros amorosos de por medio, que es el hueco por donde Gerardo Deniz introduce su visión de caligrama al poema. Y para ello utiliza como elemento pictórico, seguro que lo habrá pensado ya, sí, las fórmulas químicas de las sustancias componentes del filtro de amor. O de una al menos ya que, casi siempre, menos es más.
Pero no queda ahí la cosa, nuestro poeta utiliza también en el empeño caligrámico otra de sus pasiones, la música, y lo hace al comienzo, en el título del poema, con lo que se conoce como el ‘Acorde de Tristán’.
Título: el Acorde de Tristán
Un acorde disonante -formado por las notas fa, si, re♯ y sol♯, y el primero que se escucha de la ópera wagneriana- que en su época resultó demasiado innovador y atrevido, motivo por el que pasó a la historia con el nombre de ‘acorde de Tristán’. Natural. Como también lo fue que Deniz lo utilizara de título para su poema, dibujando los dos acordes de cuarta superpuestos, el Acorde de Tristán.
Y tras la dedicatoria vemos el dibujo de una copa, contenedora de la bebida amorosa, de la que sale a modo de líquido vertido, una única fórmula química que se repite y aumenta de tamaño conforme se acerca a nosotros.
Es por supuesto la sustancia química del brebaje, el nexo entre la ópera y la química, arte y ciencia, en el poema. Me refiero a la cantaridina.
Texto: la cantaridina
La cantaridina es el compuesto químico -un alcaloide de formula empírica C10H12O4 de prescindible nombre IUPAC aquí, por lo que se lo ahorro-, cuya formula estructural molecular es la componente gráfica del elixir del caligrama.
Una sustancia que tiene una importante propiedad vesicante pero que, aplicado en dosis controladas dilata los vasos sanguíneos, produciendo una hinchazón, en el hombre una erección prolongada, de ahí el equívoco de tomarlo por afrodisiaco, que no lo es. Pero ojo, no solo no lo es sino que, si no se hace en la medida adecuada, una sobredosis, su uso puede resultar letal. De ahí su cierta fama de venenoso que sí lo es.
Luego en esta historia en realidad el alcaloide cantaridina es tan solo el principio activo, el ingrediente más notable de quien está considerado desde siempre como el símbolo de lo afrodisiaco, me refiero a la cantárida. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
Muy completo y variado, y con una temática bastante novedosa y diferenciada. Felicitaciones por el blog.
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