Un error en el que se dice cayó el divulgador estadounidense Isaac
Asimov (1920-1992), al responder sobre la marcha la pregunta que un
estudiante le hizo en el transcurso de una charla ¿Cuál es la estrella más
cercana a nosotros? A lo que el gran Asimov dicen que respondió: la Alfa
Centauri.
Qué gran verdad es aquello
de ‘hasta el mejor escribano echa un borrón’ o ‘el que tiene boca se equivoca’.
De ahí la conveniencia de aclarar lo del “nosotros” porque si se refiere, no al
planeta sino a nuestro sistema solar, entonces sí, la estrella más cercana está
en Alpha Centauri.
¿Cuál es la estrella más cercana a nuestro sistema solar?
Digo “está en Alfa
Centauri”, porque es el sistema estelar más cercano al nuestro (de una
sola estrella), al encontrarse a una distancia de unos 4,37 años luz del Sol,
pero constituido por tres estrellas unidas gravitatoriamente.
Aunque desde la
antigüedad se pensó que era una única estrella, una buena observación incluso
sin telescopio nos muestra que se trata de la superposición de, al menos, dos
estrellas brillantes que, en realidad, son tres.
Un sistema constituido por las
estrellas Alfa Centauri A y Alfa Centauri B, orbitando un centro
de masas, y una tercera estrella conocida como Alfa Centauri C o Próxima
Centauri, que orbita alrededor de las dos anteriores, sistema Alpha Centauri A+B, a unos 0,2 años luz,
y que precisamente ahora es la más cercana a nuestro sistema solar, a unos casi
4,24 años luz.
Es decir que en
puridad la respuesta correcta, a cuál es la estrella más cercana a nuestro
sistema solar, es “Próxima Centauri o Alfa Centauri C”, una enana roja
ocho veces más pequeña en masa que el Sol (enana amarilla) y con una
luminosidad casi 600 veces menor.
Una a la que tardaríamos algo más de cuatro
años en llegar, si pudiésemos viajar a la velocidad de la luz (c = 299 792, 458
km/s en el vacío), una celeridad que ya saben es imposible relativamente
hablando.
Próxima Centauri y extraterrestres
Naturalmente, al ser
la más cercana, Próxima fue una de las candidatas más interesante en la búsqueda
de vida extraterrestre. Una idoneidad que en 2016 pareció materializarse cuando
se descubrió un exoplaneta con parámetros similares a los de la Tierra
en su zona de habitabilidad, es decir, con la temperatura exigida para
que exista agua líquida en su superficie. De hecho, hasta se le puso nombre al planeta,
Proxima Centauri b.
Sin embargo, en la
primavera pasada de 2019, un estudio elaborado por investigadores de la
Universidad de Chile, negaron su existencia al no poder detectar el telescopio infrarrojo espacial Spitzer,
idóneo por su rango óptico, el paso de un exoplaneta orbitando a la estrella
durante las 48 h en las que fue observada. No obstante, nuestro sistema solar vecino sigue siendo objeto de estudio.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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