(Continuación) Con tan
solo dieciséis (16) años, quien sería ‘Cuarto Califa del Toreo’, era la primera
vez que se vestía de luces y la primera también de las dos únicas ocasiones en
las que toreó en Francia.
La otra guarda relación
con el arte de la pintura, pertenece al siglo XIX y en ella está implicado el
pintor postimpresionista neerlandés Vincent
van Gogh (1853-1890). Él fue uno de los pintores que se sintió atraído por
el color y la luz de esta plaza y lo reflejó en el cuadro Les Arènes d’Arles pintado en noviembre de 1888.
El óleo representa al
público acudiendo a una corrida de toros en el anfiteatro y por la fecha en la
que está datado no lo pintó al natural sino de memoria pues esa temporada acabó
a finales de octubre de 1888. No conozco personalmente ninguna de estas plazas
francesas.
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Pero
para encontrar plazas más o menos ovoides
no necesito desplazarse, ya saben que vivo en Sevilla y que su Real Maestranza
de Caballería dista mucho de ser redonda, es decir circular.
Aunque su construcción se
inicia en 1761 con la pretensión de ser redonda, la larga ejecución de las
obras en diferentes fases y los distintos equipos arquitectónicos entre otros
factores terminaron por darle una forma final de elipse irregular cuando sus obras concluyeron en 1881.
No obstante, hay otras
plazas cercanas a la capital cuya forma de ruedo podríamos definirlo como de ovoides irregulares. Se me vienen a la
mente algunas.
Plaza de toros de Zufre. Construida entre 1879 y 1885 este coso
onubense con forma de elipse,
inicialmente medía unos 34 m de diámetro mayor por 31,5 de diámetro menor,
motivo cuantitativo por el que hubo que ampliarlo hasta conseguir que midiera,
al menos 33 m desde cualquier punto del perímetro elíptico. Una cuestión
reglamentaria.
Plaza de Toros de Azuaga. Construida en 1892 esta plaza pacense
empezó teniendo un coso ovoidal para,
con el paso de tiempo y diferentes reformas, tenerlo elíptico. Por la forma de su ruedo la hipótesis más plausible sobre
su existencia es que se levantó sobre un circo romano, así que otro ruedo al estilo
romano.
Plaza de Toros de Almagro. Construida en 1845 anexa al Santuario de
Nuestra Señora de las Nieves, este irregular coso ciudarrealeño es uno más de los
que están ubicados próximos a ermitas u otro lugar religioso parecido.
A título anecdótico recordar
que fue aquí donde, el 25 de agosto de 1927, el genial matador sevillano y
gitano Joaquín Rodríguez Ortega
‘Cagancho’ (1903-1984), protagonizó la más conocida de sus numerosas
espantadas.
Según rezan las crónicas
estuvo tan desganado y cobarde que para apaciguar los exacerbados ánimos de los
tendidos tuvo que salir protegido por la Guardia Civil, teniendo que intervenir
incluso un destacamento de Caballería del Ejército. En fin.
No, no todas las plazas
de toros son redondas. (Continuará)
[*] Introduzcan
en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
¿Continuará?
ResponderEliminarHace tiempo que no escribe del binomio toros-ciencias, y se echa en falta.
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