viernes, 3 de mayo de 2019

Una (muy) breve historia de la Maestranza de Sevilla

Arranca en 1707 en un coso conocido como del Baratillo, cuadrilongo y de madera, que existía en el Arenal de Sevilla y donde los maestrantes practicaban la tauromaquia. Es el primer “ruedo” de la ciudad por así decirlo, y una construcción que en 1733 la Real Maestranza de Caballería de Sevilla decide derribar por su estado ruinoso. Se sustituirá por otro coso, ya de forma circular pero aún de madera, en un lugar muy cercano.
Es el principio de la larga historia de una construcción que no solo estuvo sometidas a varias fases, sino que, a lo largo de ella, se utilizaron diferentes materiales de obra (cantería, madera, ladrillo). Se construye en un estilo tardo-barroco y la obra se prolongó en el tiempo durante ciento veinte (120) años, pues no es hasta 1761 cuando empieza a construirse por ochavas y en distintos materiales. Un revolucionario coso redondo que no se cierra por completo hasta 1881, bajo la dirección del arquitecto sevillano Juan Talavera y de la Vega (1832-1905​) y tras varias fases significativas de construcción. A reseñar que el último arquitecto en participar en la conformación de este monumento fue el también sevillano Aníbal González (1876-1929), quién en 1914 cambió la piedra por el ladrillo visto y amplió los tendidos.
En busca de respuestas
Tras lo anteriormente expuesto en relación con el estado y la forma que tenían, tanto el ruedo como la plaza de toros de Sevilla, cuando en ella estuvo el científico Francis Galton en esa corrida del Domingo de Pascua de 1899, ya estamos en condiciones de responder. De la plaza decir que en ese año ya estaba cerrada del todo y que en planta quedó con forma de polígono irregular de treinta (30) lados desiguales (recordar que se hizo por ochavas de cuatro arcos cada una). Además, en su alzado, constaba de dos pisos, los tendidos y las gradas cubiertas, siendo estas últimas las localidades preferentes. Y del ruedo pues lo ya sabido que tenía una forma ovalada, aproximadamente redonda, y que estaba cubierto de albero. Y las razones de ambas formas ya han aparecido también en estas líneas. Sobre las dos influyeron:
Primero, los dos siglos que se tardó en construirla, a causa de los diferentes parones a los que se vio sometida (problemas económicos, prohibiciones, falta de fondos, etcétera). Segundo, porque se hizo en distintas fases y basándose en las ochavas arquitectónicas. Tercero, porque se cambiaron los materiales de construcción usados, lo que dificultaba el ensamblaje de las ochavas. Y cuarto, porque comienzan a construirse viviendas adosadas a la plaza, lo que impide que el coso tenga forma circular. ruedo. Y sin dejar de lado que con su construcción llegó la revolución a las plazas de toros que, a partir de entonces, empezaron a tener el ruedo redondo o casi, si bien las seguía habiendo de redondel en forma de cuadrado o rectángulo.

Unas circunstancias que sin duda condicionaron su imperfección, a la vez que contribuyeron para darle a la Maestranza de Sevilla su extraordinaria personalidad, a pesar de la irregularidad poligonal de su planta y el fallo del círculo de su ruedo.
Y sin dejar de lado que con su construcción llegó la revolución a las plazas de toros que, a partir de entonces, empezaron a tener el ruedo redondo o casi, si bien las seguía habiendo de redondel en forma de cuadrado o rectángulo.
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