Dentro
de la Óptica -rama de la Física encargada de estudiar: la
naturaleza, comportamiento y propiedades de la luz (visible, ultravioleta e infrarroja); sus interacciones con la materia; y la construcción de instrumentos relacionados con ella-,
la palabra gemelo designa
precisamente a un instrumento óptico.
Un tipo particular de anteojos, gafas, lentes, antiparras,
binóculos o espejuelos -utilice el sinónimo que prefiera, pero ya sabe a lo
que me refiero- formado por un par de lentes
sujetas a un armazón, que se apoya en la nariz mediante un arco y dos patillas que
ayudan a sostenerlo en las orejas.
En
definitiva, dos anteojos de Galileo
unidos entre sí que, como sistema óptico, posibilitan la visión binocular constando, además, de tres ajustes: uno de enfoque
común para ambos tubos; otro en el ocular derecho para compensar diferencias
refractivas entre los dos ojos; y un tercero para la distancia entre ambos
ojos.
Pero,
eso sí, carecen de lo que se conoce en óptica como prisma. Y es la ausencia de este objeto -capaz de refractar, reflejar y descomponer la
luz en los colores del arcoíris, y
con forma geométrica de prisma
triangular, de ahí su nombre-, junto a su menor tamaño y potencia, por lo
general 3x, las principales diferencias con los prismáticos, a los que se parecen mucho.
Conocidos
también como binoculares o gemelos, los prismáticos se utilizan para ampliar la
imagen de los objetos distantes y, gracias al efecto de estereoscopía que provocan en la misma, resulta cómodo
seguirlos en movimiento.
Sí,
estoy con usted, existe poca precisión y bastante confusionismo en el uso de los
sinónimos a la palabra “gemelo”, pero qué quieren, es lo que hay. Por mi parte lo
dejo aquí y paso a una nueva acepción científica del término, no sin antes añadir
un prontuario sobre dos términos que he utilizado: lente y prisma. Por alusiones
que lo llaman.
Prontuario sobre “lente”. Lingüística
Desde
el campo de la etimología, el término lente
proviene del latín "lens,
lentis" que significa "lenteja",
y es que a las lentes ópticas se las denomina así por su parecido con la forma
de esta legumbre. Lógico, natural y humano.
Y
desde el de la ortografía, este sustantivo es de género ambiguo de manera que tanto vale “el lente” como “la lente” yendo
su utilización por barrios, entiendame. Sean estos geográficos -en España se usa en femenino, mientras que en
América alternan ambos géneros, con cierta preferencia por el masculino-. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas
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