jueves, 23 de mayo de 2019

Polisemia óptica de “gemelo” (1)

Dentro de la Óptica -rama de la Física encargada de estudiar: la naturaleza, comportamiento y propiedades de la luz (visible, ultravioleta e infrarroja); sus interacciones con la materia; y la construcción de instrumentos relacionados con ella-, la palabra gemelo designa precisamente a un instrumento óptico.
Un tipo particular de anteojos, gafas, lentes, antiparras, binóculos o espejuelos -utilice el sinónimo que prefiera, pero ya sabe a lo que me refiero- formado por un par de lentes sujetas a un armazón, que se apoya en la nariz mediante un arco y dos patillas que ayudan a sostenerlo en las orejas.
En definitiva, dos anteojos de Galileo unidos entre sí que, como sistema óptico, posibilitan la visión binocular constando, además, de tres ajustes: uno de enfoque común para ambos tubos; otro en el ocular derecho para compensar diferencias refractivas entre los dos ojos; y un tercero para la distancia entre ambos ojos.
Pero, eso sí, carecen de lo que se conoce en óptica como prisma. Y es la ausencia de este objeto -capaz de refractar, reflejar y descomponer la luz en los colores del arcoíris, y con forma geométrica de prisma triangular, de ahí su nombre-, junto a su menor tamaño y potencia, por lo general 3x, las principales diferencias con los prismáticos, a los que se parecen mucho.
Conocidos también como binoculares o gemelos, los prismáticos se utilizan para ampliar la imagen de los objetos distantes y, gracias al efecto de estereoscopía que provocan en la misma, resulta cómodo seguirlos en movimiento.
Sí, estoy con usted, existe poca precisión y bastante confusionismo en el uso de los sinónimos a la palabra “gemelo”, pero qué quieren, es lo que hay. Por mi parte lo dejo aquí y paso a una nueva acepción científica del término, no sin antes añadir un prontuario sobre dos términos que he utilizado: lente y prisma. Por alusiones que lo llaman.
Prontuario sobre “lente”. Lingüística
Desde el campo de la etimología, el término lente proviene del latín "lens, lentis" que significa "lenteja", y es que a las lentes ópticas se las denomina así por su parecido con la forma de esta legumbre. Lógico, natural y humano.
Y desde el de la ortografía, este sustantivo es de género ambiguo de manera que tanto vale “el lente” como “la lente” yendo su utilización por barrios, entiendame. Sean estos geográficos -en España se usa en femenino, mientras que en América alternan ambos géneros, con cierta preferencia por el masculino-. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas

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