Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional -dependiente del
Instituto Geográfico Nacional, que a su vez pertenece al Ministerio de Fomento
del Gobierno de España-, la estación de la primavera del Año del Señor de 2019
comenzará hoy miércoles 20 de marzo
a las 22 h y 58 min hora oficial
peninsular y Baleares, las 21 h 58 min en Canarias o, también, las 21:58 UTC.
Hoy tiene lugar el equinoccio de marzo
y con él se inicia una estación astronómica que durará noventa y dos (92) días
y dieciocho (18) horas, terminando el próximo 21 de junio con el comienzo del
verano. Es lo que tiene la primavera, que dura exactamente, lo que tarda en
llegar el verano.
Nunca en la misma fecha
Una fecha de inicio primaveral, que no es siempre la misma. De hecho, a
lo largo de este siglo XXI podrá suceder hasta en tres ocasiones diferentes (del
19, 20 y 21 de marzo). La más tempranera, que tendrá lugar en las postrimerías
del mismo, en el año 2096. La de hoy. Y la más tardía que ya ocurrió, pues fue
en el 2003.
Unas variaciones en el inicio estacional que obedecen a la necesidad de
ajustar la duración del año calendario
(unos bisiestos, de un día más, y
otros no), con la de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol, nuestra
estrella, o año trópico. Son exigencias
matemáticas de la cinemática celeste.
Todo esto dicho para el hemisferio
norte o septentrional, donde da inicio
la estación de la primavera, razón por
la que también se le conoce como equinoccio
primaveral o vernal. Lo digo porque no debemos olvidar que, en el hemisferio sur o meridional, lo que da comienzo en este día es la estación del otoño, motivo por el que
también se le denomina equinoccio otoñal.
Así que mejor llamarlos equinoccio de marzo y equinoccio de septiembre y no dar
lugar a confusión.
En cualquier caso, puntualizar que estamos ante una de las cuatro
situaciones astronómicas que no meteorológicas, relacionadas con la posición
relativa de Tierra y Sol en el espacio, y que nos marcan los cambios de
estaciones. Las llamamos equinoccios
y solsticios respectivamente,
existiendo dos de cada una. Una cuestión de convenio.
Una cuestión de convenio
Como casi todo lo humano, el inicio de las estaciones también es fruto
de un acuerdo, de un compromiso consensuado. De forma que, por convenio, dichos
inicios vienen determinados por aquellos instantes en los que la Tierra, ocupa
unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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