domingo, 20 de enero de 2019

VCM-01. VENENOS, CIENTÍFICOS Y MUERTE

Es bien sabido que a todos nos llega la muerte en algún momento de nuestra vida, eso está claro y diáfano. Podrá ocurrir más tarde o hacerlo más pronto, podrá ser muy dolorosa o hacerlo casi sin que nos demos cuenta, podrá ser por un motivo claro o por algo inexplicado, pero lo que es seguro, es que nos sucederá a todos y cada uno de nosotros.
Es así y así es, al menos en teoría, la nada sorprendente noticia. Sin embargo, a pesar de lo dicho y aunque resulte paradójico, en la práctica, la muerte termina siendo para los humanos, la más sorprendente de todas las noticias previsibles. Así ha sucedido siempre, sucede ahora y, parece ser que seguirá sucediendo.
Pues bien, hablando de muertes, les voy a presentar algunas entre curiosas e interesantes, cuando no bizarras o inexplicadas que, eso sí, tienen un nexo en común. El de guardar relación con los científicos y los venenos, de ahí el titular.
Para esta entrada, planteada sin ánimo alguno de que sea exhaustiva ni intención, por supuesto, de agotar con ella el tema, y a falta de un mejor criterio lógico organizador, he elegido la cronología de los luctuosos acontecimientos personales. Unos sucedidos que he acompañado de ciertas puntualizaciones sobre el estado de la ciencia en dichos momentos y de alguna que otra curiosidad o quisicosa, científica o no, que me han parecido de interés.
El arte de emponzoñar
Es seguro que nuestros antepasados prehistóricos ya adquirieron en su día un conocimiento empírico de las propiedades tóxicas de algunas sustancias naturales, tanto de origen mineral como vegetal o animal.
Resulta verosímil por tanto que la causa de algunas muertes humanas en el pasado fuera por el contacto con reptiles venenosos, plantas tóxicas o sustancias inorgánicas (minerales y gases), y como consecuencia de la ignorancia, la inexperiencia o de un fortuito accidente en su manejo.
Y fruto de estos involuntarios sucedidos, surgió el uso voluntario de determinados venenos destinados en principio a la caza, mediante la impregnación con ellos de las puntas de lanzas, dardos y flechas, con los que así emponzoñar a sus presas, para inmovilizarlas o, directamente, matarlas.
De hecho, en diferentes yacimientos arqueológicos se han encontrado puntas de flechas de hueso y de asta de ciervo, algunas de las cuales poseían una ranura destinada a albergar dicho veneno, siendo uno de los primeros y más conocidos el curare de los indígenas de Sudamérica.
Peligro, veneno
Un término, el de curare, que se aplica de forma genérica a diversos venenos de flechas de América del Sur, y que en realidad es una mezcla pastosa de color parda formada por extractos de numerosas plantas diferentes, miembros de las Menispermaceae y Loganiaceae a las que se añadían también las Anomospermum grandiflora. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario