No son estos días de noviembre buenos tiempos para esta falsa medicina, esta pseudoterapia
que responde al término que encabeza la columna.
Tras años de inundar farmacias con miles de productos homeopáticos, la Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios (AEMPS) le ha puesto coto a su venta y, tras resolución BOE, ordenó a finales de octubre la
retirada de estas sustancias ‘medicamentosas’ de las farmacias.
Y la razón no es otra que la de no haber demostrado nunca sus suspectas dotes
curativas, como tiene que hacer el resto de fármacos convencionales, y
naturalmente las homeopáticas también deben cumplir la nueva normativa.
Fue el pasado abril cuando la AEMPS
instó a los laboratorios implicados para que, antes de julio, presentaran una
solicitud para ser reconocidos como verdaderos medicamentos o productos
terapéuticos. Hasta aquí de lo más normal.
Fue al acabarse el plazo de presentación de dichas solicitudes de
reconocimiento terapéutico cuando saltó la sorpresa. Si está de pie siéntese
porque, de los 14 000-19 000
productos homeopáticos que se estaban vendiendo sin haber avalado su eficacia
ni uno solo de ellos, los laboratorios sólo han pedido regularizar 2008.
Es decir que los mismos laboratorios que los fabrican, tienen claro que el
87 % de sus productos no curan. O sea que son un fraude y por ende su venta
ilegal. Así que habrán pensado que para qué pedir un análisis y hacer el
ridículo, si ya saben lo que va a salir en el informe ¿Cómo se queda? Precaución
Pues siga sentado porque no queda ahí el timo homeopático. De los 2008 productos registrados en solicitud de
su curso legal, para la inmensa mayoría de ellos, en concreto para 1996, lo que en realidad solicitan los
laboratorios es que los cataloguen como productos sin indicación terapéutica, o lo que es lo mismo, que admiten el
hecho de que ni curan ni mitigan de los síntomas de una enfermedad.
Vamos, que saben que lo que venden no son medicamentos, lo que viene a
significar que estamos ante todo un fraude científico reconocido al 87 % por
los propios timadores que se lucran con él. De modo que solo para 12 de los 14 000-19 000 productos que
han estado vendiendo hasta ahora como si fueran eficaces, sólo para un 0,075 % de ellos, se atreven a pedir la
categoría de medicamentos, de productos con indicación terapéutica. Caución
Bien pero entonces, los doce que quedan, ¿son medicamentos o no? se preguntará
usted no falto de razón. Bueno pues eso está por ver y habrá que esperar.
Pero claro, si en todos estos años los propios laboratorios que los
fabrican no han podido demostrar su eficacia y seguridad mediante ensayos
clínicos y pruebas científicas, ¿qué cree usted que sucederá con las
aspiraciones terapéuticas de la docena homeopática? Cautela.
‘Malos tiempos para la lírica’, cantaban los vigueses Golpes bajos allá por los años 80 del siglo pasado. Pues eso.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 16 de noviembre de 2018 en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también
la pueden leer.
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