(Continuación) La semana pasada les decía que en estos primeros días de octubre, la Real Academia Sueca de la Ciencia suele anunciar las concesiones de los Premios Nobel del año, y que en lo que iba de semana ya lo había
hecho con las categorías de Medicina y
Fisiología, Química y Física, en unos ceremoniosos actos que
tienen lugar en Estocolmo.
Y que en concreto
estas dos últimas disciplinas han venido este año del Señor de 2018 con sendas
y gratas sorpresas, ya que entre sus galadornados va incluída una mujer. Así es, tal cual lo lee. Una
presencia femenina de la que les recalcaba, no se suele prodigar por estos
lares ni nada que se le parezca. Vamos que ni por asomo y a las pruebas me
remitía.
Basta con echar una
ojeada al listado de estos premios científicos a lo largo de sus 118 años de
existencia (ha habido años de ausencia) y hacer unos simples cálculos. Tras
ellos, los bajos números obtenidos resultan demoledores.
Aunque mejor será que
vayamos con orden y empecemos por donde se debe, por el principio, que no es
otro que el momento actual y, por orden alfabético de categorías. Una vez enrocada
la entrada relativa a la física,
procedemos a hacer lo propio con la segunda disciplina, la química.
Premio Nobel de Química en
2018
El pasado miércoles 3
de octubre fueron distinguidos los
científicos estadounidenses Frances H. Arnold (1956) y George
Smith (1941), y el británico Gregory
P. Winter (1951), con el Premio Nobel de Químicaen
2018 por ‘los avances en el desarrollo
de proteínas a partir del aprovechamiento del poder de la evolución’.
Un premio de nuevo
compartido en lo cualitativo, lo que estábien, aunque no en lo cuantitativo que
no tiene porqué estar mal y me explico. La Academia sueca ha distinguido a la
ingeniera y bioquímica Arnold por “impulsar la primera evolución dirigida de
enzimas”, haciéndola acreedora del cincuenta por ciento (50 %) del importe económico
del premio. O sea.
Sí, en esta ocasión el
mayor reconocimiento le ha correspondido a ella. Para que vean lo mal pensado
que soy con respecto a la igualdad entre géneros, y sin razón además para más inri.
El otro cincuenta se
lo reparten a partes iguales Smith y
Winter por ‘la
técnica “phage display”, basada en la expresión de péptidos exógenos en la
superficie de las partículas de virus bacteriófagos para estudiar,
posteriormente, las interacciones de los péptidos mostrados’. O sea que. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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