O el Hotel Infinito que ése es su nombre.
Una especie de divertimiento el que les traigo y que trata de un hotel ficticio con infinitas
habitaciones, cuya publicidad radica precisamente en que siempre cuenta con todas
las que necesite libres.
Su compromiso es que lleguen cuantos clientes
lleguen, todos tendrán habitación asegurada con independencia de su número, eso
sí con una pequeña molestia para los huéspedes ya instalados: tendrán que cambiar de habitación cada vez
que se les pida.
De esta en realidad paradoja, ya se habrá imaginado que va por ahí el entretinimiento, me
consta que existen varias versiones y la que hoy les traigo bien se podría llamar
‘Infinito
más uno’, y dice más o menos así.
Sucedió que un día llegó un señor y el hotel
estaba totalmente lleno, pues las infinitas habitaciones alojaban ya a
infinitos huéspedes. Una circunstancia que no preocupó en lo más mínimo al
recepcionista, quien pidió a cada uno de ellos que se trasladara a la habitación
cuyo número fuera una unidad más que la que ocupaba hasta ese momento, es decir
que pasaran de la “n” a la “n+1”.
Y así los de la 1 pasaron a la 2, los de la 2
a la 3, y así sucesivamente lo que posibilitó que el nuevo huésped pudiera
dormir tranquilamente en la habitación número 1 ¿Cómo lo ve?
No lo entiendo ¡si ya no quedan habitaciones!
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