viernes, 31 de agosto de 2018

Adiós bombillas halógenas, adiós

Hace poco más de cinco años le escribía acerca del fín de las bombillas de alto consumo, incandescentes y halógenas, tanto sobre su ‘cuándo’ y ‘por qué’ como sobre su ‘cómo’ y el ‘principio de las bombillas de bajo consumo’. Por aquél entonces le tocó a las primeras y mañana mismo, 1 de septiembre de 2018, le corresponderá a las segundas.
Según una normativa del Parlamento Europeo (EFE) en todo el territorio de la Unión Europea, y desde inicio de mes, se dejarán de fabricar y vender este tipo de lámparas. Y las razones siguen siendo las mismas que las incandescentes pues como ellas ya resultan: energéticamente derrochadoras, contaminantes para el ambiente, de poca duración y más caras.
Apagón halógeno
Así que adiós bombillas halógenas, adiós. Una despedida que, llama la atención, está pasando bastante desapercibida para buena parte de la población europea.
Según una encuesta llevada a cabo por la empresa de iluminación Ledvance, más de la mitad de los europeos, el cincuenta y cuatro por ciento (54 %), no ha oído hablar siquiera de la inminente desaparición de estas lámparas.
Un valor que aumenta en trece puntos porcentuales si le sumamos la cantidad de personas que, aunque escucharon algo al respecto desconocían sus consecuencias, es decir que la ignorancia halógena se dispara al sesenta y siete por ciento (67%).
Llama la atención les decía, aunque no nos debe sorprender pues según el mismo estudio un tercio de los encuestados aún compra viejas tecnologías de iluminación como las halógenas (29 %) o las incandescentes (27 %). Y eso que las medidas comunitarias para poner fin a estas fuentes lumínicas, digamos ineficientes, empezaron de forma progresiva en el 2009.
Ya que este apartado lo he calificado de “apagón”, y escrito así suena demasiado drástico, haré aquí y ahora antes de continuar, un par de aclaraciones.
Aclarando, que es gerundio
Una temporal. El reglamento europeo lo que impide es comercializar las bombillas de este tipo que se fabriquen a partir de esta fecha del 1 de septiembre, pero permite vender todas aquellas unidades que los establecimientos tengan en sus almacenes.
Otra tecnológica. Quedan fuera de esta decisión restrictiva, todas aquellas halógenas que no tengan una tecnología que les permita ser sustituidas y las destinadas a los automóviles.
A todas las demás, y al igual que les ocurrió en 2012 a las incandescentes, les ha llegado su hora y serán sustituidas por opciones más eficientes y sostenibles. Y eso que tenían sus ventajas y en los últimos sesenta años las halógenas han hecho bien su trabajo, pero el tiempo pasa y lo cierto es que también ellas se han convertido en una tecnología muy ineficiente. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas


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