(Continuación) Un sistema que nos sirve
para el razonamiento formal y las operaciones lógicas. Y otro intuitivo y
rápido, que
representa las categorías como normas y ejemplos prototípicos, y que es precisamente
el que utilizamos para formar los prejuicios.
Un pensamiento que tiene lugar en nuestro
cerebro inconsciente, mamífero o
reptil, que no razona las cosas en palabras, sino que cuando aprende que dos sucesos
están relacionados, hace que las neuronas establezcan una conexión.
Unas asociaciones culturales que se
fijan como huellas indelebles en nuestro cerebro, nos acompañan
inconscientemente durante toda la vida y forman parte de nuestro desarrollo
evolutivo. Son como atajos mentales o heurísticos,
que nos ayudan a navegar por el mundo, a categorizar automáticamente personas y
situaciones que podrían representar un peligro y a tomar decisiones rápidas
constantes a un nivel inconsciente.
Lo que es bueno, aunque como
contrapartida también nos predisponen a tener prejuicios de género, de raza, de
religión, o de estatus socioeconómico que pueden contradecir los valores que
firmemente defendemos.
Ergo la culpa no es ni del hablante, ni del receptor, ni de
la lengua, sino de la misma realidad que es la que debemos cambiar. En este
mismo sentido apunta un estudio de 2011 realizado por el Ministerio de Sanidad según el cual, las especialidades quirúrgicas
son las que, en general, cuentan con menos mujeres entre sus profesionales. Y de
ejemplo un botón, en cirugía cardiovascular solo un 9,1% lo son.
Aunque conviene ser cuidadoso con las conclusiones
que extraigamos. Se lo digo porque, vuelvo a la encuesta de la BBC, incluso si ha contestado que la “eminencia
médica” es la madre del niño accidentado, y aparte de felicitarle por su
lógica, le he de advertir que su respuesta podría estar influida por otro
prejuicio tan machista como el anterior. Apríetese los machos.
Por lo que tengo leído hay otra respuesta
posible y correcta. Dicha “eminencia” podría ser no la madre sino el otro padre del niño, que se tratara
de un matrimonio homosexual vamos. Y
usted y yo con nuestro prejuicio machista sobre la heterosexualidad del
matrimonio, vamos, vamos. Sí, lo dicho, hay que ser especialmente cuidadoso.
Por cierto, del psicólogo que mantiene
estas ideas Daniel Kahneman, les
cuento una curiosidad. Recibió el Premio
Nobel en Economía de 2002 conjuntamente con el economista estadounidense Vernon Smith (1927), por haber
integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica,
especialmente en lo que respecta al juicio humano y la toma de decisiones bajo
incertidumbre ¿Qué me dicen?
Un psicólogo de profesión que es premio
nobel en economía, lo que se dice toda una paradoja. Con decirles que algunas
fuentes le citan como economista, no les digo más. (Continuará)
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