(Continuación) Algo bien distinto de lo
que ocurrió al año siguiente cuando Darwin, el 24 de noviembre de 1859 y urgido
por sus amigos, presentó su libro El
origen de las especies. Fue tal la conmoción que creó en la sociedad de la
época, que los 1250 ejemplares impresos en esa edición se agotaron el primer
día de su aparición, y fue la primera de las seis (6) ediciones que se
emitieron en vida del propio Charles
Darwin.
Seis en tan solo 16 años, de un libro
científico de lo más novedoso y a finales del siglo XIX. Sin duda otro rellano
que no es de extrañar, condujo al nacimiento de la biología moderna, uno más.
Por terminar de subir esta escalera,
por ahora, cómo no citar el famoso debate que tuvo lugar en el Museo de Historia Natural de Oxford,
durante el transcurso de la multitudinaria reunión de carácter anual de la British Association for the Advancement of
Science (Asociación Británica para el Avance de la Ciencia), del sábado 30 de junio de 1860. El mismo año de la
inauguración del museo, y tan sólo siete meses después de la publicación de El origen de las especies.
Se trató de un “debate creacionismo
vs evolucionismo” cuyos protagonistas fueron, de un lado, el “darwinista”
Thomas Henry Huxley (1825-1895), biólogo
británico especialista en anatomía comparada y paleontología y un defensor a
ultranza de la evolución. Tan a ultranza que se refería así mismo como “el buldog de Darwin”, todo un detalle revelador
de su personalidad, éste de asumir el papel de perro guardián de la evolución.
Y del otro el obispo anglicano
“creacionista” de Oxford, Samuel
Wilberforce (1805-1873), conferenciante vehemente y brillante polemista
conocido con el apodo de “Sam el jabonoso”,
no se sabe bien porqué aunque hay alguna pista. El debate también creó
conmoción en la sociedad británica, una gran conmoción. Vaya.
PD: Bien visto, estos cuatro rellanos subidos
en poco más de dos años, también lo podríamos incluir en esa categoría de días que cuentan.
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