martes, 12 de junio de 2018

Guarismos en los toros de 2018

(Continuación) A partir de esa edad, cinqueño, el animal ya no tiene un nombre específico pasando a denominarse con la simple enumeración de la misma, es decir, toro de seis años, toro de siete años y así sucesivamente. Por cierto se trata de una calificación que se emplea indistintamente para hembras y machos de la dehesa brava.
Y dicho lo escrito respecto al aspecto nominativo del guarismo, continuemos con el cuantitativo que veremos en las reses de esta temporada 2018. En las novilladas picadas, corridas con picadores donde por ley se lidian novillos, veremos machos con tres años (utreros) que pueden alcanzar los quinientos kilogramos (500 kg) de masa y que portan el guarismo 5. En el caso de que en el festejo se suprima la suerte de varas de la lidia, se tratará entonces de una novillada sin caballos y los animales que salgan a la plaza serán erales, con hasta doscientos kilogramos (200 kg) de masa que llevarán el guarismo 6 en su paletilla.
El cálculo es bien sencillo. Basta con restar a la unidad del año actual, el 8, los tres o dos años que por ley debe tener el animal, para que nos salgan el guarismo 5 o el 6. Es decir que nacieron en 2015 o 2016, aunque también pudieron hacerlo en 2014, pues es el año ganadero el que cuenta, no el natural.
Igualmente, en las corridas de toros donde se lidian machos con cuatro y cinco años, cuatreños y cinqueños, que pueden alcanzar los seiscientos kilogramos (600 kg) de masa, veremos el guarismo 4 y el 3. De modo que son animales que han nacido en 2014 o 2013, aunque también podrían haberlo hecho en 2012. Ya, ya sé que este asunto está pendiente de resolver, por lo que me pongo manos a la obra.
“Ese toro es del guarismo del cuatro”
Es una afirmación que con frecuencia podemos oír a alguien que, atento a la lidia y próximo a nosotros, emite nada más salir el animal por toriles, la puerta que comunica el albero de la plaza con los chiqueros, que es donde los toros aguardan el momento de su lidia y adonde pasan procedente de los corrales de la plaza.
En mi caso la expresión se la suelo escuchar a Paco -otro buen aficionado con el que coincido en la ‘barrera movistar’ que el RCL de Sevilla tiene en sus instalaciones deportivas junto al “rio grande”- y que complementa con un: “Lleva el guarismo del cuatro, así que es cuatreño”. Lo que es cierto pero sólo de forma aproximada.
Aproximada digo porque, aunque es correcto en lo que atañe a los años cumplidos, no dice nada de los meses y eso, en un animal como el toro, les aseguro que es un detalle que tiene su importancia y hay que tener en cuenta. No es lo mismo un morlaco de cinco años y dos, cuatro o seis meses, que otro cinqueño con ocho o diez meses. No lo es porque no han comido la misma hierba y eso se nota.
Pero como en la vida no hay dos sin tres, a veces hay quien añade a estos dos acertados comentarios un tercero: “Sí, porque nació en 2014”. Y aquí, en esta tercera afirmación, pudiera ser que hubiera un error ya que algún animal de éstos podría haber nacido en 2013. Un asunto en el que tienen que ver aspectos como el año ganadero que ya les nombré y el comienzo de la temporada taurina en España de los que escribo en seguida. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

2 comentarios:

  1. Muy claro e interesante, aunque ya lo sabía. Lo único que no entiendo es lo de "barrera movistar"...
    Enhorabuena por el blog.

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  2. un amante de la fiesta13 de junio de 2018, 15:23

    ¿Por qué se suele ver tan mal el guarismo en algunos toros?
    Felicitaciones por las entradas taurinas.

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