(Continuación) Y como tal, en 1857, asiste a un congreso internacional de
oftalmólogos en Bruselas, donde oye hablar de un químico en París que goza de
bastante prestigio en la síntesis orgánica de alcoholes. No lo duda y decide visitarlo.
Por desgracia Berthelot, recuerden
ese era el hombre, probablemente el más grande químico francés del XIX, no
estaba en la ciudad. Por suerte tres años después, en el invierno de 1860, sí
se encuentran los dos hombres y tras la entrevista, Borodin regresa a Heidelberg donde ya está Mendeléiev. Allí se dispone a estudiar los derivados del benceno (C6H6) en
el laboratorio de E. Erlenmeyer.
Katia, 1861
En la ciudad de Heidelberg y al año siguiente, en 1861, conoce a la joven rusa
Ekaterina Protopópova, una brillante
pianista que le descubriría no sólo a músicos como Schumann, Chopin, Liszt y Wagner, sino que reavivaría al compositor semidormido que Borodin
llevaba dentro.
Naturalmente, como ya se habrá imaginado, entre músico y músico,
composición y composición, también encendió en él la llama del amor. Es lo que tiene el roce, que hace
al cariño. De este año son sus composiciones para piano a cuatro manos, “Allegretto” en re bemol mayor y “Scherzo” en mi mayor, 1861
Lamentablemente Katia, así la
llamaba, había llegado a Heidelberg en busca de curación para la tuberculosis que padecía y una vez aquí,
en vista de que no mejoraba, le aconsejaron que acudiera a la ciudad italiana
de Pisa, en busca de un clima más favorable para su enfermedad.
Un traslado en el que la acompañó su ya prometido, que había aceptado una
invitación de la universidad de Pisa para investigar en los laboratorios de los
químicos De Lucca y Tassinari. Estudia la síntesis de
compuestos orgánicos fluorados y sales ácidas (KHF2) a partir del
ácido fluorhídrico doble, comparándolas con las sales neutras. También describe
la primera preparación del fluoruro de
benzoilo (C7H5OF), al reaccionar una de aquellas
sales con cloruro de benzoilo.
Una reacción que en la actualidad es conocida como de Borodin, de.Hunsdiecker
o de Borodin-Hunsdiecker ya que unos años después, en la década de los años 30
del siglo XX, fue mejorada por el matrimonio alemán Hunsdiecker, Heinz y Cläre.
Regreso
a San Petersburgo, 1862
A finales del verano de 1862, Katia y Alexander, regresaron a San Petersburgo
donde él ejercería como profesor ayudante de Química Orgánica de su maestro Zinin, en la misma Academia Médico-Quirúrgica
donde se había formado y de la que terminaría siendo director a la muerte de
Zinin.
Es este mismo año cuando consigue sintetizar el primer compuesto orgánico
fluorado, el fluoruro de benzoílo, e inicia diferentes líneas de investigación
que desarrollaría hasta su muerte, entre ellas: las mencionadas reacciones
entre fluoruros y radicales orgánicos; la reacción entre etil zinc y
cloroiodoformo; las propiedades químicas de los aldehídos; la síntesis de aldol
mediante condensación de dos moléculas de acetaldehído; la reacción de hidróxido
de sodio con valeraldehído; la producción del ácido β-oxibutíırico; la obtención
de hidrobenzamida a partir de amoníaco y benzaldehído. (Continuará)
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