(Continuación) Pero ojo GABA es tan solo uno de los tipos de neurotransmisores de los muchos que
actúan en el cerebro y de ahí quizás,
el hecho de que realice funciones que otros neurotransmisores no hacen, y para
lo que no tenemos explicación aún. Sin duda es mucho lo que nos queda por
aprender al respecto.
Lo que sí parece cierto es la similitud
de efectos que en el laboratorio se han encontrado, entre un aporte al
organismo de oxitocina y un consumo
moderado de etanol, en cuanto a la
cognición y la interacción social, a través del neurotransmisor GABA.
Del que sabemos que desempeña un papel
principal en la reducción de la excitabilidad neuronal a lo largo del sistema
nervioso; por ejemplo en los humanos es responsable directo de la regulación
del tono muscular.
Y mencionados los antecedentes, pasemos
a aquello “del lado oscuro de la hormona y la advertencia del peligro”.
Claros y oscuros
Ya los hemos detallado en otras
ocasiones, la llamada “hormona del amor” así como el alcohol tienen efectos positivos, producen beneficios
en nuestro organismo. Tanto la una como el otro: reducen el miedo, la ansiedad
y el estrés; incrementan el comportamiento generoso y fomentan las relaciones
sociales, a la vez que elevan la confianza, la generosidad, el altruismo,
etcétera.
Pero en concreto la oxitocina, aparte
de estas funciones y las más que conocidas de regular las interacciones
sexuales y de apego, las contracciones en el parto o la lactancia, resulta que
también está unida a la agresividad, la envidia, la competitividad.
Algo que estarán conmigo, son más bien efectos negativos y suenan muy parecidos
a los que producen el exceso de alcohol. Sin contar que, como hormona que es,
tendría muchos otros efectos a nivel físico. Precaución. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar
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y cursiva, si desean ampliar
información sobre ellas.
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