Para
muchos, Cascada es uno de los trampantojos más sencillos de la
galería de ilusiones ópticas del genial M.C. Escher (1898-1972), sin que por ello deje de ser uno
de los más conseguidos y significativos.
La
idea en teoría, es simple pero efectiva. Tanto que en la práctica, como
espectador, el efecto visual completo que nos produce la imagen, resulta del
todo increíble por imposible.
No ya por el discurrir del agua que accionada por
un molino, corre por los tres canales en declive que atraviesan las torres y
termina desembocando, de nuevo, en el borde de la cascada. Agua que fluye sin principio
ni fin.
Sino
por las construcciones geométricas que en su parte superior tienen las dos torres.
Si no me equivoco, en la de la izquierda (de la imagen), son tres (3) cubos entrelazados, y en la de la derecha,
tres (3) octaedros irregulares. Lo
que tiene su aquél.
Cubos
y octaedros
Tirando
de las matemáticas bachilleras, digo cubo
entendiendo el término como hexaedro regular,
es decir poliedro limitado por seis (6) caras cuadradas. Claro que también se
le puede considerar como un paralelepípedo
recto y rectangular, pues todas sus caras son de cuatro (4) lados y
paralelas dos a dos.
O
por qué no, como un prisma recto
cuya base es un cuadrado y su altura equivale al lado de la base. Pero no es de
esto de lo que quiero escribirles, así que del cubo sólo les recordaré que es uno
de los denominados sólidos platónicos.
Un
selecto club y limitado club de sólo cinco (5) miembros, que recibe el nombre
en honor al filósofo griego Platón (427-428
a. C.), quien se atribuye haber sido el primero en estudiarlos.
Y
permaneciendo en el mismo nivel educativo, recordarán que un octaedro u octoedro es un poliedro de
ocho (8) caras, que puede ser convexo o cóncavo y clasificarse como regular (en
este caso es otro de los sólido platónicos) e irregular, como los de la ilusión
óptica de hoy.
Por cierto que estos octaedros conforman una figura conocida
como Sólido de Escher, que tiene su
historia. Es un nexo que dejo abierto a la curiosidad del lector.
Por
último han de saber que la litografía de marra, está basada en una construcción
geométrica del todo imposible, el llamado Triángulo
de Penrose. Un objeto imposible donde los haya, creado de forma
independiente primero, en 1934 por el artista sueco Oscar Reutersvärd y después, en 1958 por el físico inglés Roger Penrose.
Otro
sucedido que tiene una intrahistoria que contar, un segundo nexo del que tirar.
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