No es la primera vez que viene a este negro sobre blanco esta cuestión metrológica.
Ya lo hicimos a mediados del año pasado en ¡2015 durará un segundo más!, Segundo intercalar o bisiesto y previamente, unos tres años antes, con ¿Qué es el Tiempo Universal Coordinado, UTC?
De modo que no les canso. Solo deseo que sepan que este año que acaba de 2016, bisiesto para más señas, también durará un segundo más.
El añadido segundero a los relojes de todo el mundo se producirá a las veintitrés horas, cincuenta y nueve minutos y cincuenta y nueve segundos (23:59:59) Tiempo Universal Coordinado (UTC) del día 31 de diciembre.
Es como se viene haciendo desde la década de 1970, a efectos de igualar las dos escalas de tiempo que utilizamos.
Cuando este sistema se implantó en 1972 la diferencia entre ambas escalas - la del Tiempo Atómico Internacional (TAI) y la del Tiempo Universal Coordinado (UTC)-, se determinó que era de diez segundos (10 s).
En la actualidad, y una vez que se haya añadido el segundo intercalar de hoy, la diferencia acumulada entre la UTC y la TAI será de treinta y siete segundos (37 s).
Se estima que han de transcurrir entre quinientos (500) y setecientos cincuenta (750) días, para que la diferencia entre el tiempo de rotación de la Tierra y el tiempo atómico sea aproximadamente de un segundo.
De ahí que se inserte para acercar las dos escalas de tiempo.
En su remedio se podría modificar la hora del reloj atómico, que funciona contando el número de vibraciones del átomo de cesio-133, en concreto tiene una frecuencia de 9 192 631 770 veces por segundo, para adaptarlo a la velocidad de rotación del planeta.
Lo malo es que éste no tiene un movimiento de rotación uniforme (no MU), es decir su velocidad angular no es constante (ω ≠ cte), entre otros motivos por las aceleraciones y desaceleraciones que les produce el viento al chocar con las cordilleras.
De ahí lo de intercalar un segundo, siempre el 30 de junio o el 31 de diciembre, y de los que ya llevamos veintiséis (26), a pesar de las quejas de los particulares y las protestas por parte de algunos profesionales, a causa de las perturbaciones que puede llegar a provocar en determinados programas informáticos. En fin.
Algo de razón deben tener, porque de hecho existe una propuesta alternativa.
En la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) -organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), encargado de regular las telecomunicaciones a nivel internacional entre las distintas administraciones y empresas operadoras-, le han echado los números al asunto.
Les sale que con añadir una hora (1 h) más cada seiscientos (600) años, pues asunto resuelto. De esta forma muchos nos ahorraríamos muchos reajustes y a los pocos que les tocara ese día, pues qué quieren, les tocó.
A alguien tenía que tocarles. Estas cosas pasan.
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