Me refiero al LZ 129 Hindenburg, el dirigible alemán tipo zeppelín (un epónimo) que junto a su gemelo, el LZ 130 Graf Zeppelin II, fueron los dos mayores dirigibles construidos, y las aeronaves más grandes jamás construidas.
Tal día como hoy de hace ochenta (80) años, el 9 de mayo de 1936, el Hindenburg llegaba a la Estación Aeronaval de Lakehurst, en Nueva Jersey, tras haber realizado la proeza de cruzar el Océano Atlántico en sesenta y una hora y treinta y ocho minutos (61 h 38 min).
Se trataba de su primer servicio comercial y transportaba a cincuenta y un (51) pasajeros con una tripulación de cincuenta y seis (56) miembros. Una curiosa proporción.
Prácticamente un año después, y al realizar la operación de atraque en el mismo lugar, sufría un incendio. El accidente ocasionó la muerte de treinta y seis (36) personas, casi un tercio de todas las que iban a bordo.
Era el principio del fin del los zeppelines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario