lunes, 21 de marzo de 2016

‘La Primavera’ de Vivaldi (1)


Ma non troppo, les decía ayer. O lo que es lo mismo: “pero no demasiado”.

Les confieso que utilicé la expresión italiana -normalmente utilizada en las acotaciones musicales para indicar que una pieza musical o un fragmento, debe ejecutarse tal y como se señala en la acotación que le precede, pero de forma moderada-, de modo interesado.

Sencillamente quería crear un nexo para lo que hoy tiene ante sus ojos. Porque estarán conmigo que la primavera también está en la música, y en ese arte, decir primavera es decir Antonio Vivaldi.

Il cimento dell'armonia e dell'inventione
Es sabido de todos que La Primavera es el primero de los cuatro conciertos que, para violín y orquesta, compuso el músico veneciano Antonio Vivaldi (1678-1741), apodado Il prete rosso por ser sacerdote y pelirrojo.

Una rara combinación para quien sin duda es una de las figuras más relevantes de la historia de la música.

Pertenece, sigo con el concierto, a su libro titulado Las cuatro estaciones (1725), incluido en Il cimento dell'armonia e dell'inventione (Ensayo de la armonía y la invención).

Una obra dividida en dos (2) libros, cada uno de ellos con seis (6) conciertos, escritos entre 1723 y 1725, de los que los cuatro primeros son conocidos como Le Quattro Stagioni.

Como singularidad didáctica comentarles que Vivaldi, introdujo en la partitura una serie de explicaciones escritas de lo que describe musicalmente: el canto de los pájaros, los truenos, los ladridos de los perros, etcétera.

Estamos pues ante una obra descriptiva que evoca, a través de elementos del lenguaje musical, distintos aspectos de las estaciones del año.

‘La primavera’
Y en este Concierto n.º 1 en mi mayor, Op. 8, RV 269, La Primavera, en su Allegro inicial nos evoca el despertar de la estación; así oímos el canto de los pájaros, el murmullo de las fuentes, la tormenta.

Después, en el Largo e pianissimo, nos transmite tranquilidad con el susurro de las plantas, los ladridos de los perros o el sueño del pastor que duerme.

En su último Allegro, se puede oír una danza campestre imitando las cuerdas graves la nota "pedal" de la zanfoña o zanfona, un instrumento musical de cuerda parecido, a menos externamente, al violín.

Un concierto, el de La Primavera vivaldiana que, según ciertos estudios clínicos parece puede ayudarnos a la hora de la concentración. Es ésta una especie de visión científica de la música.

Música y Ciencia
Desde hace mucho tiempo sabemos que en general, la música tiene la capacidad de activar nuestro cerebro, establecer nuevas conexiones neuronales y hacer que “funcione” de forma muy diferente a como estamos acostumbrados.

De hecho ciertas investigaciones apuntan a que ciencia y música, exigen de un mismo proceso de pensamiento homogéneo o muy parecido.

Quizás tenga razón Leibniz cuando nos dice que la música es el placer que el alma humana experimenta, al contar sin ser consciente que está contando.

Sí podría ser. Y en ese sentido de la influencia musical sobre nuestro cerebro no dejan de aparecer investigaciones, una de las cuales les traigo. Naturalmente vinculada a La Primavera de Vivaldi.

Música, Ciencia y Vivaldi
En el 2013, un estudio realizado por la Northumbria University en Newcastle (Reino Unido) constató que la escucha del primer movimiento, incrementa el nivel de atención y concentración de nuestro cerebro. (Continuará)


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