Sin haberles terminado de explicar aún, ya me vale, el doodle del matemático y lógico británico George Boole (1815-1864) del pasado lunes 2, y que interrumpí para ofrecerles el de la polifacética Hedy Lamarr (1914-2000), de quien el lunes 9 se celebró el ciento un (101) aniversario de su nacimiento. Sin haberlo terminado, ya les digo, casi se me escapa éste de hoy.
Digo casi, porque me acabo de enterar, es ya más de media tarde, de que tenemos otro de los doodle que me gustan. Los que guardan algún tipo de relación con el mundo científico.
Y en este caso ya lo han visto. De nuevo está dedicado a una mujer. Dejémoslo ahí.
El caso es que la multinacional estadounidense Google se lo dedica al descubrimiento de Lucy, uno de los homínidos clave para comprender la evolución humana, en su cuarenta y un (41) aniversario.
Un homenaje en forma animada pero no interactiva, en el que podemos ver caminando en línea, y en el orden natural de la evolución, un mono, Lucy y un ser humano.
No es poco lo escrito (en el blog puede hallar alguna que otra entrada) sobre ese momento del descubrimiento, las circunstancias que le rodearon y la razón (o razones) de ponerle Lucy al esqueleto fosilizado, encontrado cerca de Adís Abeba, Etiopía, por lo que seré breve.
Recordarles que pertenece a la especie Australopithecus afarensis y viene a ser lo más parecido a un antepasado nuestro.
De ella sabemos algunas características. Llegó a medir casi un metro (1 m) de altura y tener veintisiete kilogramos (27 Kg) de masa. Estaba dotada de un cráneo pequeño y llegó a ser madre aunque falleció con veinte (20) años.
Sin duda es uno de los más importantes “eslabones perdidos” de la evolución humana, no solo porque tiene una antigüedad de tres coma dos millones (3 200 000) de años, sino porque caminaba sobre, sólo, dos patas gracias a la forma de su pelvis.
También cuenta que es el mejor conservado y más completo que tenemos.
En definitiva es toda una joya desde el punto de vista paleoantropológico, lo que no significa que no haya tenido competencia.
Desde entonces se han encontrado otros seis (6) especímenes más de este Australopithecus afarensis, pero ninguno tan completo como ella y sus cincuenta y dos (52) huesos.
Unas circunstancias que, no obstante, no han impedido que haya sido reemplazada. Su sustituta se llama Ardi, tiene cincuenta kilogramos (50 kg) de masa y mide veinte centímetros (20 cm) más.
Se ve que hasta en esto, el tamaño importa.
Lucy in the sky with diamonds
Lucy in the sky with diamonds
Lucy in the sky with diamonds
Muy buena estas entradas sobre doodles cientificos. Si lo piensa deberían constituir una categoría.
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