Una pacífica labor que, en cualquier caso, se ha medrado y mucho, pues no tengo que decirles cómo sus logros han cambiado nuestras vidas.
Para empezar le han dado un giro de 180º a no pocas cosas cotidianas a las que estamos acostumbrados, entre ellas al significado que asignamos a conceptos como interconexión y globalidad.
¿Les suena lo de aldea global? Pues eso. Perdonen, espero que lo hayan captado. Se trata sin lugar a dudas, de una pregunta retórica, y claro que les suena. Es más, estoy convencido que saben lo que es.
De todos es sabido que el medio es el mensaje.
Uno de ellos es económico. Cómo no. Por lo que tengo leído, en la actualidad, la industria de los satélites puede llegar a facturar al año, unos doscientos mil millones de euros (200 000 000 000 €). Una cifra casi incomprensible de captar por nuestra capacidad mental e impresionante por su valor numérico.
Incomprensible e impresionante, y además independiente de lo que sea que estemos hablando. Lo mismo da que sean euros, lápices que canicas. Es una cifra que a nivel intelectual nos supera y con mucho. Otra cosa es la que escribamos sin más, como si entendiéramos lo que significa.
Bueno pues todo esto que les estoy contando, empezó con el Intelsat 1, con el abuelo de la familia. Y del que en puridad habría que decir que no fue el primero pues, en opinión de algunos, hubo un precursor: el Telstar.
Y en este caso ese uno fue el citado Telstar que subió al espacio tres (3) años antes, en 1962. Lanzado por un cohete Delta, fue puesto en órbita terrestre por los Estados Unidos y estaba diseñado para retransmitir televisión, telefonía y datos de comunicaciones a alta velocidad.
Así que se convirtió en el primer satélite artificial de telecomunicaciones comercial del mundo.
Ya que les ofrezco su imagen, les confirmo la más que probable impresión que, creo, les ha podido causar su visión.
Sí, se parece mucho a un balón de futbol actual. Tanto, que le digo algo más. Su nombre inspiró el del famoso balón de fútbol, el Adidas Telstar.
Fue el que se utilizó tanto en la Copa Mundial de Fútbol en México (1970), como en la Copa Mundial de Fútbol en Alemania Federal (1974). Un balón cuyo diseño, el de un icosaedro truncado, estaba conformado por veinte (20) hexágonos blancos y doce (12) pentágonos negros.
Por ejemplo es bien cierto que estuvo en órbita antes que el Intelsat 1, pero no lo es menos que su órbita era elíptica y no geoestacionaria. (Continuará)
Acerca de los satélites artificiales
Lo que es probable que no sepan, o no recuerden en este momento, y es por donde quiero llevarles, son algunos datos relacionados con los satélites artificiales. Uno de ellos es económico. Cómo no. Por lo que tengo leído, en la actualidad, la industria de los satélites puede llegar a facturar al año, unos doscientos mil millones de euros (200 000 000 000 €). Una cifra casi incomprensible de captar por nuestra capacidad mental e impresionante por su valor numérico.
Incomprensible e impresionante, y además independiente de lo que sea que estemos hablando. Lo mismo da que sean euros, lápices que canicas. Es una cifra que a nivel intelectual nos supera y con mucho. Otra cosa es la que escribamos sin más, como si entendiéramos lo que significa.
Bueno pues todo esto que les estoy contando, empezó con el Intelsat 1, con el abuelo de la familia. Y del que en puridad habría que decir que no fue el primero pues, en opinión de algunos, hubo un precursor: el Telstar.
Telstar fue el primero
Sucede muchas veces en la vida y en muchas de las actividades humanas. Resulta que para todo, siempre hay uno que llega antes que uno. Uno que es más. Es un fastidio lo sé, pero es así. Quizás estemos ante otra ley universal e inevitable de nuestro mundo.Y en este caso ese uno fue el citado Telstar que subió al espacio tres (3) años antes, en 1962. Lanzado por un cohete Delta, fue puesto en órbita terrestre por los Estados Unidos y estaba diseñado para retransmitir televisión, telefonía y datos de comunicaciones a alta velocidad.
Así que se convirtió en el primer satélite artificial de telecomunicaciones comercial del mundo.
Ya que les ofrezco su imagen, les confirmo la más que probable impresión que, creo, les ha podido causar su visión.
Sí, se parece mucho a un balón de futbol actual. Tanto, que le digo algo más. Su nombre inspiró el del famoso balón de fútbol, el Adidas Telstar.
Fue el que se utilizó tanto en la Copa Mundial de Fútbol en México (1970), como en la Copa Mundial de Fútbol en Alemania Federal (1974). Un balón cuyo diseño, el de un icosaedro truncado, estaba conformado por veinte (20) hexágonos blancos y doce (12) pentágonos negros.
Pero no el mejor
Y aunque todo lo anteriormente dicho sobre el Telstar me consta que es verdad, convendría decir no obstante que no es toda la verdad, al menos, la astronáutica. Por ejemplo es bien cierto que estuvo en órbita antes que el Intelsat 1, pero no lo es menos que su órbita era elíptica y no geoestacionaria. (Continuará)
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