O Puente de la Doble Hélice, que se encuentra en Singapur. Toda una maravilla desde cualquier punto de vista que se mire: arquitectónico, científico, emocional, etcétera.
Desde el arquitectónico, estamos ante un paso peatonal inaugurado el 24 de abril de 2010, y que con sus doscientos ochenta metros de longitud (280 m) une el Marina Bay Sands, al fondo de la imagen, con el Marina Centre.
Un paseo espectacular que al decir de los singapurenses, trae salud, felicidad y prosperidad a todo aquél que lo realice, pues su estructura está basada nada menos que en el yin y el yang.
Cosa seria dicen, pero que no sé yo qué tendrá que ver una cosa con la otra.
Pero vamos. Si ellos lo creen así, quien es uno para cuestionarlo. A mí, en realidad, el rizado de su estructura me recuerda algo más bien científico: la doble hélice del ADN.
Esa molécula de la que la "Madre de la Genética", Rosalind Franklin, en 1952, ya escribía en su cuaderno de laboratorio que su estructura, la del ácido desoxirribonucleico, estaba formada por dos cadenas.
Y además tenía pruebas: la famosa fotografía 51.
Incluso llegó a calcular varios parámetros de la hélice, como la medida de la unidad celular más pequeña del cristal de ADN o su período de repetición. Casi todo lo que había que descubrir, vamos.
Sin embargo, ya ven que escaso reconocimiento social y científico tuvo. Claro que tan solo era una mujer. Una Hacedora de la Ciencia, no obstante.
Y volviendo al puente, iluminado por la noche resulta espectacular.
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