lunes, 17 de febrero de 2014
Librería ADN
Es lo que parece pero va más allá porque, el mueble que les traigo tiene fondo, forma y trasfondo. El primero ya lo ve. Se trata, en esencia, de una librería cilíndrica que se sostiene sobre un pie giratorio y en la que podemos poner libros.
La forma, a la vista está, es la de la doble hélice del ácido desoxirribonucleico, ADN, con sus cuatro bases nitrogenadas mayoritarias: adenina (A), citosina (C), guanina (G) y timina (T).
Un ácido nucleico que contiene códigos genéticos que se utilizarán en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos, incluidos algunos virus. Una especie de libro de instrucciones de la vida.
El ADN es el responsable de la transmisión hereditaria al actuar como almacenador, a largo plazo, de información.
Y tras lo dicho, el trasfondo que les adelantaba se ve venir. Inspirado en este código, el mueble con sus cuatro estantes, tantos como bases nitrogenadas, nos permitirán depositar libros de una forma significativa y próxima, en cierta forma a nuestra identidad.
Una librería con información, para seres vivos. Otra fruslería científica.
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