lunes, 4 de marzo de 2013

Diferenciando asteroide, meteoroide, meteoro, meteorito,… (y 3)


(Continuación) De aquellos bólidos de magnitud aparente inferior a la de la Luna llena y del orden de -12,6, es decir superbólidos, pueden sobrevivir fragmentos que lleguen al suelo. Y en este caso a estas rocas se las conoce como meteoritos.

¿Qué son los meteoritos?
Son aquellas rocas del espacio -las llamemos asteroides, meteoroides, o meteoros- que no se desintegran al atravesar la atmósfera terrestre y terminan impactando con su superficie.

A estas rocas, lo suficientemente grande como para no desaparecer en la combustión, se las conoce también como aerolitos.


Por lo que sabemos, la mayoría de los meteoritos terrestres, excepto los metálicos de grandes dimensiones, proceden de meteoroides.

Lo que los científicos han encontrado en los alrededores del lago helado de Chebarkul, en Rusia, son meteoritos. Aunque antes fue un meteoro. Y antes un meteoroide. Y antes, quizás, fuera un asteroide.

Un solo objeto celeste en realidad, pero varios nombres humanos distintos para nombrarlo, según las circunstancias. Un poco de lio, tal vez, para algunos tantos nombres y tan parecidos. Y ahora que les nombro lo de los nombres, caigo en la cuenta de que me he dejado atrás uno: el de cometa.

¿Qué son los cometas? 
En una de las entradas a propósito de los meteoroides, y hablando de su origen, les decía que la mayoría de ellos suelen ser fragmentos de cometas y asteroides. Si bien otros podían ser rocas de satélites o planetas, que habían sido eyectadas como consecuencia de grandes impactos.

O, incluso, ser restos de la formación del propio Sistema Solar.

Bien. Pero no les dije qué son los cometas. Una dejación divulgativa a la que ponemos remedio. Eso sí, de forma breve.

Los cometas son, junto con asteroides, satélites y planetas, los cuerpos más grandes que constituyen el Sistema Solar. No son más que un trozo de hielo, roca y polvo que, procedente de los confines más remotos del Sistema Solar, describen órbitas muy excéntricas.

Órbitas de trayectorias elípticas, parabólicas o hiperbólicas que les confieren unos valores de periodos de revolución relativamente grandes.

Los cometas están formados por un núcleo poco denso y una atmósfera luminosa que, o bien le precede, envolviéndolo, o bien le sigue, según su posición respecto del Sol.

Una atmósfera o cola constituida a veces por polvo, otras por gas, y estotras por polvo y gas.

Bueno. Pues hasta aquí el prometido prontuario astronómico a propósito del asteoride 2012DA14 y el meteorito de los Urales, de hace unas semanas.

De aquellos polvos siderales, estos lodos terráqueos. Aunque no conviene confundir.

Llamando a cada piedra por su nombre 
Si bien en el lenguaje coloquial de la calle, muchos de los términos que han aparecido se suelen utilizar como sinónimos, ya hemos visto que, en el lenguaje científico, no son exactamente lo mismo.

Un detalle a tener en cuenta si queremos mantener un mínimo de rigor expositivo, máxime cuando la diferencia entre ellos no es difícil de aprehender. Repasemos.

Por orden de tamaño y lejanía de la superficie terrestre tenemos:

- Cometa, trozo de hielo y roca que procede de los confines más remotos del Sistema Solar.

- Asteroide, roca en órbita, generalmente entre Marte y Júpiter.

- Meteoroide, roca más pequeña que un asteroide, pero más grande que un grano de arena.

Meteoro, trozo de roca que entra en la atmósfera y empieza a arder dejando una estela de luz, conocida como estrella fugaz.

- Meteorito, meteoro no se destruye del todo en la atmósfera y del que, uno o más trozos caen sobre la superficie de la Tierra.

Recordemos que, por debajo en tamaño del meteoroide estaría el polvo cósmico.

Y hasta aquí este intento de clasificación descriptiva.

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