Los Reyes Magos eran andaluces

Nada de lo que dice el Papa Benedicto XVI en su último libro 'La infancia de Jesús', sobre las cristianas tradiciones de dónde y cuándo nació Jesús; la presencia o no de la mula y el buey en el establo; los supuestos sobre lo que pudo ser la Estrella de Belén: un hecho mítico, un sucedido milagroso o un fenómeno astronómico.

Nada, les decía, habrá sorprendido al buen cristiano y atento lector de los Evangelios. Eran cosas sabidas. Ya enrocamos estos temas hace unas navidades, por lo que me remito a ellas.

También recuerdo que, por esas fechas, analizamos casi todo lo concerniente a los Reyes Magos. Lo hicimos en base a su posible existencia y estructurada alrededor de su leyenda, historia y ciencia, que de todo hay como en botica. Y ahí está.

Lo que sin embargo no aparece en esas entradas, es lo recién escrito en el libro de marras, sobre los Reyes Magos: Baltasar, rey de Arabia; Melchor, rey de Persia y Gaspar, rey de India.

Según el mismo, al parecer, Sus Majestades no procederían de Oriente, sino de Occidente. Entiéndanme, del occidente conocido por aquellos entonces. Vamos que salieron de aquí, de Andalucía. Eso es, ni más ni menos, lo que nos dice el Papa.

Si con la fecha y el año de nacimiento del Niño, podemos decir que "Jesús nació antes de Cristo". Y con la eliminación de la mula y el buey, casi, que nos “desmonta el portal”. Con el nuevo origen de los reyes, no sería exagerado decir que, poco ha faltado para que “armara el belén”.

Y es que a veces, Benedicto XVI se parece demasiado a Joseph Ratzinger ¡Ande, ande, ande, la marimorena, ande, ande, ande que es la Nochebuena!

Origen tartésico 

Afinando lo de la procedencia occidental de los magos reales, el Papa, haciendo referencia al evangelista Mateo y al profeta Isaías, los sitúa en la antigua Tarsis, Tartessos o Tartéside. Nombre con el que los griegos conocían, a la que creyeron la primera civilización de Occidente.

Un reino que algunos historiadores ubican en algún punto indeterminado entre las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla. Y que otros, afinando algo más, lo hacen concretándolo en la provincia de Huelva.

Aunque no descartan que también abarcara zonas de Cádiz y Sevilla, en la costa suroeste de la península Ibérica, y con influencia sobre las tierras del interior y el Algarve portugués. En fin, una amplia zona.

Es decir, que las tres ofrendas que le llevaron al niño -y única razón para suponer que fue tres el número de sus majestades-, a saber incienso, oro y mirra, bien podrían tener aroma andaluz, de la tierra. Pero ésa es otra historia.

La que hoy nos trae viene a decir que los, popularmente, conocidos como 'Reyes de Oriente' serían más bien 'Reyes de Occidente'. Lo que es un asunto no menor, ya que supone pasar de un punto cardinal a su opuesto.

Un cambio de origen con el que, más arriba se lo decía, el papa estaba poco menos que “armando el belén”, y que no exageraba ni un ápice. Ahora les aporto una prueba.

Desarrollo internáutico 

A las pocas horas de hacerse público el origen tartésico de los Reyes Magos, la noticia se convirtió en ‘trending topic’ en el mundo de las redes sociales. Lo nunca visto hasta ahora.

Las palabras de este sucesor de Pedro y vicario de Cristo en la Tierra, tema de cotilleo en Internet, por una cuestión de orientación geográfica.

Como quien dice, por un cámbieme este punto cardinal por este otro, en ese sistema de referencia cartesiano que los humanos nos hemos inventado para representar la orientación, bien en un mapa o, bien, en la propia superficie terrestre.

Algo inusitado, de acuerdo, pero esperable, dada la insistencia de este hombre de Dios, en derribar y seguir derribando ideas que, sin ser dogma de la Iglesia Católica, formaban parte del imaginario colectivo.

Ya les avisé. A mi entender, este Papa es mucho cardenal.

Y la fuente de todo ya la conocen. Se trata de su último libro ‘La infancia de Jesús’ y el capítulo IV, donde menciona Tartessos y España, al explicar “qué clase de hombres eran esos que Mateo describe como Magos venidos de Oriente”.

Bueno. Lo mejor será que hablemos del libro.