Ya los hemos adelantado, tenemos cuatro: dos
geográficos y dos magnéticos. Mejor
será que empecemos por el principio. Por los polos geográficos.
Polos geográficos
Situados en los
puntos más extremos del planeta, están vinculados al eje de rotación terrestre y son inalterables.
Son los dos
puntos de la superficie terrestre por donde la esfera terrestre es atravesada
por el imaginario eje de rotación terrestre.
Coinciden siempre con el norte y el sur de la Tierra en términos geográficos.
Coinciden siempre con el norte y el sur de la Tierra en términos geográficos.
Al situado en el
extremo norte se le llama polo norte,
boreal o ártico y al situado en el extremo sur polo sur, meridional o antártico.
Ambos tienen una
latitud geográfica de noventa grados,
90º, y como en ellos coinciden todos
los meridianos, su longitud geográfica es de cero grados, 0º.
Polos magnéticos
La Tierra crea
junto al gravitatorio, debido a su masa, y el eléctrico, debido a la carga
eléctrica negativa que tiene en su superficie, un campo magnético, debido a la naturaleza y composición de su núcleo interno.
Un campo
magnético cuyos polos no coinciden exactamente con los geográficos. El polo sur
magnético se encuentra a unos 1500 km del polo norte geográfico.
En consecuencia,
una brújula no apunta exactamente hacia el Norte geográfico; la diferencia,
medida en grados, se denomina declinación
magnética.
Además el campo
magnético no es paralelo a la superficie de la Tierra en todos sus puntos; al ángulo que forma el campo magnético
terrestre con la horizontal se llama inclinación
magnética.
Uso de la
brújula
En los valores
de estos ángulos, declinación e inclinación, está basado el funcionamiento de
las brújulas, instrumentos
originarios de la China que pasaron a Europa hacia el siglo XIV.
Un instrumento cuya
utilización en la navegación la independizó de la referencia respecto a la
posición de las estrellas, y de la proximidad a la costa. Todo un avance.
La orientación
que experimentan los imanes en el campo magnético terrestre la pudo explicar,
ya en 1600, el físico inglés William
Gilbert (1544-1603), suponiendo a la Tierra como un gigantesco (aunque
débil) imán cuyo polo Sur magnético estaría
precisamente en el polo Norte geográfico
y viceversa.
Por cierto que
fue también el explorador noruego Roald
Amundsen (1872-1928), quien alcanzó en el verano austral de 1911 por primera vez
el Polo Sur, el primero en
surcar el Paso del Noroeste, que unía el Atlántico con el Pacífico, y formó
parte de la primera expedición aérea que sobrevoló el Polo Norte.
Todo un
aventurero el tal Amundsen. Y a propósito de polo norte, ¿qué hay al norte del polo norte?
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