(Continuación) También en el cine este fenómeno de la rotura cristalera resonante encuentra su sitio.
Lo hace en la película de 1978, El tambor
de hojalata, dirigida por Volker
Schlöndorff.
En este contexto
cinematográfico es celebérrima la escena en la que un joven grita tan, tan,
fuerte y con un tono tan, tan, agudo que, en una prueba de laboratorio, logra destrozar
una fila de recipientes de cristal.
Algo en realidad
bastante improbable en las condiciones que se muestran. Pero bueno es cine.
La película está
basada en la novela homónima de 1959, escrita por el Premio Nobel de 1999 en Literatura, el alemán Günter Grass.
En ella se narra la vida de Oscar Matzerath, un niño que se convierte en adulto durante la Segunda Guerra Mundial.
En ella se narra la vida de Oscar Matzerath, un niño que se convierte en adulto durante la Segunda Guerra Mundial.
Una vida cargada
de vicisitudes y avatares que lo llevarán, a los 29 años de edad, a ser
internado en un sanatorio psiquiátrico.
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