(Continuación) Aunque
he tardado, aquí estoy para cumplir con lo comprometido. Hablarles de la señora
Cipriana y de su hijo Antonio Machado Álvarez, Demófilo.
Cipriana
Álvarez Durán (1827- ¿?)
Les dije que fue una pintora
de talento y gran folklorista, pero no que era sobrina del famoso polígrafo Agustín Durán, uno de los primeros
recopiladores y estudioso de nuestro Romancero y autor de la más famosa
colección de romances del siglo XIX.
Un familiar que influyó
mucho en Cipriana quien, desde joven, sintió un gran interés por la literatura
popular. De hecho sus nietos Manuel
y Antonio aprendieron a leer en el Romancero de su tío-abuelo Agustín.
En realidad la abuela
Cipriana ejerció una gran influencia sobre toda la familia. Sobre toda. Ella
fue la base material y física del hogar de los Machado.
Del matrimonio nació un
único hijo, Antonio, padre de los poetas Antonio
y Manuel. Por él sabemos que “Creer en las pérfidas insinuaciones de un
adulador, es como beber veneno en copa de oro”.
Antonio
Machado Álvarez (1848-1893)
O Demófilo, el “amigo del pueblo” como él mismo se denominó.
El primer gran
flamencólogo español, autor de un recopilatorio de coplas del cante que,
pronto, se convirtió en el punto de arranque de todos los estudios posteriores
que se han realizado sobre el flamenco.
Fue también un buen
escritor y extraordinario folclorista que, sin embargo, no obtuvo el
reconocimiento social que mereció su gran labor.
No sólo de propagación
del folklore, sino también de denuncia de “contaminación” del flamenco.
Contaminación del flamenco, ya en aquellos tiempos, y les estoy hablando de
finales del siglo XIX.
Hoy día, a la
contaminación del flamenco de Demófilo, algunos lo llaman “música-fusión”. Una mera
cuestión de uso de términos, más o menos “políticamente correcto”.
Pero nada nuevo bajo el
Sol, que dijo el clásico.
Folk-Lore
Así es como a Demófilo le gustaba escribir la palabra folklore, quizás en un intento de darle
un significado diferente al que hasta ese momento tenía.
Etimológicamente la palabra
folk significa ‘popular’ y lore ‘ciencia o saber del pueblo’.
De modo que el término
Folk-lore hace referencia al conjunto de tradiciones, creencias y costumbres de
las clases populares; a esas expresiones (relatos, canciones y refranes) del
pueblo, conservadas y trasmitidas de generación en generación.
Curiosamente un
significado bien alejado del peyorativo o menospreciativo que se solía emplear
en aquella época, y que aún hoy se emplea.
Antonio Machado Álvarez
tenía una concepción muy moderna sobre este saber, que él consideraba una ciencia social más. (Continuará)
¡Ya era hora que lo continuara! Espero que esta vez lo acabe
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