De George B. Dantzig (1914-2005), reconocido matemático asociado al desarrollo del método simplex y considerado como "padre de la programación lineal", se cuenta un curioso sucedido universitario.
Una historia académica que devino en leyenda urbana, para terminar convirtiéndose en película cinematográfica. Tal como se lo estoy contando.
Conozcamos primero la historia universitaria.
En 1939, estando Dantzig de graduado de la Universidad de California, en Berkeley, cierto día llegó tarde a un seminario. Al sentarse vio que en la pizarra, el profesor Jerzy Neyman había escrito los enunciados de dos problemas estadísticos.
Unos problemas que él pensó debían ser tareas mandadas para casa, así que los copió en su cuaderno.
Aunque pasado el tiempo confesó que los problemas “le parecieron un poco más difíciles de lo normal”, lo cierto es que, unos días después, los tenía resueltos. Por lo que se apresuró a entregarlos.
Hasta aquí, todo de lo más normal dentro de la práctica docente.
La sorpresa vino cuando, unas semanas después, Dantzig recibió la visita de un, excitado, profesor Neyman.
Y lo cierto es que había motivos, más que de sobra, para tal excitación.
Los problemas que había copiado de la pizarra no eran tareas para casa. En realidad se trataban de dos famosos problemas de estadística, no resueltos por nadie hasta ese momento.
Y eso que tenían ya una antigüedad de más de un siglo.
Y hete aquí que él, con sólo 25 años, los había resuelto en unos días. Era increíble. Increíble, pero cierto.
Por eso el profesor le pedía autorización para publicar en una revista matemática la solución del primer problema.
Unos años después otro matemático, Abraham Wald, publicaba un artículo con la solución del segundo problema, incluyendo a Dantzig como coautor.
Hasta aquí la historia real.
Con el tiempo este anecdotado se difundió y fue usado, algo modificado, por docentes e investigadores universitarios.
Es lo que se dice un clásico en las facultades de ciencias, basado en un hecho real.
Se suele utilizar como una muestra del potencial del pensamiento positivo. Ya saben. Si uno mismo se cree capaz de lograr algo, ya parte con más de la mitad de posibilidades de conseguirlo.
Es la teoría del conocido cuento de la rana que cayó al pozo. O como reza el famoso anónimo: “Como no sabíamos que era imposible, lo hicimos”.
Sin embargo la historia de Dantzig, pronto sobrepasó los límites universitarios y se convirtió en una leyenda urbana.
¿Cómo pudo suceder?
¿Cómo pudo suceder?
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