(Continuación) Los cables de alta tensión no van forrados de ningún material aislante.
Sin embargo toda verdad, casi siempre, tiene una verdad interior que es más verdad. Es la verdad de la verdad. En este caso la que une a económica, seguridad.
La verdad de la verdad: Economía y seguridad
Como nunca una razón económica puede justificar la asunción de un incremento del riesgo humano, el hombre ha tomado sus medidas. Una precaución no tan costosa, pero igual de segura.
Los cables están descubiertos durante la mayor parte del tendido hasta unos metros antes de llegar a las torres que los sustentan, donde están situados una especie de remate de vidrio o cerámica, a modo de envoltorio eléctrico.
Si no lo recuerda ahora mismo, tome nota mental y fíjese a la primera ocasión que pueda.
Ellos son los que aíslan a los cables del poste, impidiendo así que la corriente pase a través de ellos y puedan suponer un peligro para nosotros cunado los tocamos en tierra.
Tanto vidrio como cerámica resultan ser unos extraordinarios aislantes eléctricos, dado que son sustancias químicas que tienen una constante dieléctrica o permitividad (e) muy elevada, como pudimos estudiar en la Física del Bachillerato.
Bien. Pero si los cables de alta tensión no están aislados, cuando vemos una bandada de pájaros posados en ellos con sus patitas sobre el metal del cable desnudo, ¿por qué no se electrocutan?
Respuestas en busca de verdad (2)
Lo suyo es pensar que, si el cable no es el que está aislado, entonces el aislamiento deberá estar en el propio pájaro. Esta la razonada lógica de la segunda hipótesis que, no obstante, a la luz de la ciencia no resulta ser razonable. Verán porqué.
No existe ninguna razón para que la composición de la materia de la que están hechas las patas sea de naturaleza dieléctrica, o sea aislante eléctrica ¿Para qué lo iba a ser, si durante millones de años no han existido los tendidos de cables eléctricos en la naturaleza?
¿Para qué iban a desarrollar las aves esta defensa si antes no existía tal peligro?
Además, ¿cómo explicar desde el punto de vista evolutivo que todas las especies de aves desarrollaran esa misma y singular característica aislante en sus patas y, además, en todas los lugares del planeta?
No. No tendría ninguna explicación científica
A resulta. Las patas de las aves no eran aislantes eléctricos antes de que el hombre levantara los primeros tendidos eléctricos a finales del siglo XIX.
Aunque claro, pensándolo bien, pudiera ser que, una vez que el hombre instaló los tendidos eléctricos las aves, en su inevitable y azarosa evolución, terminaran desarrollando unas patas aislantes, que las preservarían del peligro de electrocutarse.
Unas mutaciones al azar del ciego proceso de selección natural, en el mecanismo de la evolución animal de Charles Darwin.
Un mecanismo natural que conduce a la supervivencia de las especies. La razón de la existencia de la vida en el Universo. La de la especie que mejor se adapta al medio. No de la más fuerte. Una ley de la naturaleza.
Me gusta esta explicación. La veo posible. Pero a poco que nos fijemos, como causa podría ser posible pero muy, muy, improbable. La razón de tal pronunciamiento no es otra que la misma teoría de la evolución.
La verdad de la verdad: Teoría de la Evolución
Por lo que sabemos de la Evolución de los seres vivos, el mecanismo de la selección natural es muy lento. Muy, muy, lento. Exige para su desarrollo, cuando menos, miles y millones de años.
Demasiados para los pocos centenares, apenas un par, que la corriente eléctrica lleva entre nosotros, y empezó a suponer un supuesto peligro para las aves. No las aves no han tenido tiempo de evolucionar frente a ese peligro
De modo que cuando vemos una bandada de pájaros, posados en un desnudo cable de alta tensión con sus patitas no aislantes sobre él metal, ¿por qué diantres no se electrocutan?
Bueno, pues por la sencilla razón del viejo aforismo taurino: “No puede ser y además es imposible”. Eso es, al menos, lo que nos dice la ciencia física del Electromagnetismo.
Aunque vaya usted a saber. Que la ciencia y los científicos están como para fiarse. De ella y de ellos.
Pero ése es otro asunto. Y no el que nos trae hoy.
En concreto es la ciencia Física la que tiene, para este tema, la respuesta correcta.
Respuestas en busca de verdad (y 3)
Para entender este fenómeno eléctrico-pajarero debemos saber algo sobre cómo se establece el flujo de electrones, que conforma lo que llamamos corriente eléctrica.
Para los intereses de esta entrada, se puede considerar que los electrones, al igual que el agua, para que circulen necesitan que exista una causa.
En concreto, una diferencia entre los valores de una magnitud que, en el caso del agua es la altura; por ejemplo los ríos bajan de las montañas, no suben. Es decir al agua va de la altura mayor a la menor.
Pues igual en el caso de los electrones, en los que la magnitud física se llama potencial, y a su diferencia, diferencia de potencial, tensión o voltaje.
Y del valor de esta diferencia entre dos puntos depende, en parte, el de la intensidad de corriente que se establezca. Sea corriente de agua o de electrones.
Una relación que es directamente proporcional. Conforme mayor sea la diferencia mayor será, en principio, la intensidad de la corriente que se produzca.
Pero siendo necesaria esta ddp, no es razón suficiente para explicar el valor de la intensidad que se establece. También influye la resistencia que el camino ofrece al paso de la corriente a su través. (Continuará)
No me quedó claro porqué no se electrocutan
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