Martine de Bertereau es posible que sea la primera mujer geóloga de la historia.
Sabemos de ella que estudió matemáticas, química, mecánica e hidráulica. Algo excepcional en aquellos tiempos.
Casada con el barón de Beausoleil, ingeniero y director de los servicios de minas en Austria, vivieron en Alemania y, en 1620, se establecieron en Francia.
Durante veinte años se dedicaron en exclusividad a los yacimientos de minerales; a la detección y optimización de los recursos mineros del país.
Martine fue la primera mujer en llamar la atención sobre las riquezas mineras de Francia, demostrando que su explotación supondría un gran beneficio económico y científico.
Al servicio del rey Luis XIII y del cardenal Richelieu, el matrimonio descubrió más de ciento cincuenta (150) minas de oro, plata, cobre, hierro, galena argentífera, carbón, turquesas, granate, rubíes, ópalos, etcétera.
Es posible que este matrimonio constituya el mejor equipo descubridor de minas conocido en el mundo.
Al parecer esta señora utilizaba para sus exploraciones unas varillas de metales diversos, en función del yacimiento que buscara.
Como si existiera una relación entre el mineral que buscaba y el metal de la varilla que empleaba. Una puesta en escena que les salió cara. Muy cara.
Una supuesta técnica demasiado próxima a la práctica de la radiestesia y relacionada con la alquimia y la astrología. Unas actividades ligadas en aquellos tiempos a la brujería y, en éstos, al fraude de lo esotérico y al “rollito” de las energías telúricas.
Unas falsedades ayer y hoy, unas pseudociencias en la actualidad y un timo de ganapanes siempre.
Fruto de sus éxitos profesionales e histéricos métodos, los Beausoleil se granjearon muchos enemigos que terminaron acusándolos de brujería.
Como consecuencia, y sin juicio alguno, le fueron incautados, por el gobernador de Bretaña, trescientos mil (300 000) escudos de oro y numerosos aparatos científicos, libros y escritos.
Los encerraron en la prisión de la Bastilla y lo acusaron de ser brujos que habían pactado con el demonio. Un mal asunto en los tiempos que corrían.
Por eso, en un intento por eludir lo que se les venía encima, quisieron demostrar la base científica de su método. Y en 1640 el matrimonio publicó un libro titulado ‘La Restitución de Plutón’.
En él daban los principales y auténticos signos geológicos que permitían encontrar las minas. La verdadera razón de sus descubrimientos y no la extravagancia de las varillas, que tan caro les salió.
También apremiaban al rey de Francia, para que hiciera uso de los ricos yacimientos minerales del país.
En la práctica el libro era todo un tratado sobre metalurgia, tipos de minas, fundiciones, ensayo de metales y métodos científicos de localización de yacimientos.
Centrado en la geología, incluía también estudios de química, mecánica, matemáticas e hidráulica. Auténticas ciencias.
A pesar de su valía científico-técnica, el libro fue ignorado y ella encerrada en Vicennes donde murió, en fecha no determinada.
Por todo lo anterior, Baronesa fue usted una auténtica adelantada a su época.
Sabemos de ella que estudió matemáticas, química, mecánica e hidráulica. Algo excepcional en aquellos tiempos.
Casada con el barón de Beausoleil, ingeniero y director de los servicios de minas en Austria, vivieron en Alemania y, en 1620, se establecieron en Francia.
Durante veinte años se dedicaron en exclusividad a los yacimientos de minerales; a la detección y optimización de los recursos mineros del país.
Martine fue la primera mujer en llamar la atención sobre las riquezas mineras de Francia, demostrando que su explotación supondría un gran beneficio económico y científico.
Al servicio del rey Luis XIII y del cardenal Richelieu, el matrimonio descubrió más de ciento cincuenta (150) minas de oro, plata, cobre, hierro, galena argentífera, carbón, turquesas, granate, rubíes, ópalos, etcétera.
Es posible que este matrimonio constituya el mejor equipo descubridor de minas conocido en el mundo.
Al parecer esta señora utilizaba para sus exploraciones unas varillas de metales diversos, en función del yacimiento que buscara.
Como si existiera una relación entre el mineral que buscaba y el metal de la varilla que empleaba. Una puesta en escena que les salió cara. Muy cara.
Una supuesta técnica demasiado próxima a la práctica de la radiestesia y relacionada con la alquimia y la astrología. Unas actividades ligadas en aquellos tiempos a la brujería y, en éstos, al fraude de lo esotérico y al “rollito” de las energías telúricas.
Unas falsedades ayer y hoy, unas pseudociencias en la actualidad y un timo de ganapanes siempre.
Fruto de sus éxitos profesionales e histéricos métodos, los Beausoleil se granjearon muchos enemigos que terminaron acusándolos de brujería.
Como consecuencia, y sin juicio alguno, le fueron incautados, por el gobernador de Bretaña, trescientos mil (300 000) escudos de oro y numerosos aparatos científicos, libros y escritos.
Los encerraron en la prisión de la Bastilla y lo acusaron de ser brujos que habían pactado con el demonio. Un mal asunto en los tiempos que corrían.
Por eso, en un intento por eludir lo que se les venía encima, quisieron demostrar la base científica de su método. Y en 1640 el matrimonio publicó un libro titulado ‘La Restitución de Plutón’.
En él daban los principales y auténticos signos geológicos que permitían encontrar las minas. La verdadera razón de sus descubrimientos y no la extravagancia de las varillas, que tan caro les salió.
También apremiaban al rey de Francia, para que hiciera uso de los ricos yacimientos minerales del país.
En la práctica el libro era todo un tratado sobre metalurgia, tipos de minas, fundiciones, ensayo de metales y métodos científicos de localización de yacimientos.
Centrado en la geología, incluía también estudios de química, mecánica, matemáticas e hidráulica. Auténticas ciencias.
A pesar de su valía científico-técnica, el libro fue ignorado y ella encerrada en Vicennes donde murió, en fecha no determinada.
Por todo lo anterior, Baronesa fue usted una auténtica adelantada a su época.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEso es un rollo mentiroso david
ResponderEliminarLo siento pero lo que se dice en este blog sobre la vida y obra de la Baronesa y su esposo son datos inexactos y enredados. Sugiero verifiquen sus fuentes y retrabajen el texto.
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