Escribo estas líneas a toro pasado.
Una vez que el foco de atención de la noticia se ha desviado hacia otros intereses informativos.
Y el momento Selectividad ya ha pasado.
Se ve que la cosa ésta de la educación, sólo importa mientras les interesa a algunos. Después ya no.
Es para ellos para quien se escribió lo de “a otra cosa mariposa”.
Por eso es ahora cuando escribo de la Selectividad de este curso escolar 2009-2010. Y de sus resultados les diré que han sido, más o menos, los esperables. Bueno.
Más bien menos que más. Verán porqué les digo esto.
Aunque se ha mantenido la ratio de otros años, han aprobado alrededor del 93% de los alumnos matriculados, en este curso había cambios que hacían pensar que mejoraría. Que subiría el porcentaje de aprobados.
Sencillamente los cambios introducidos se hacían para que apuntaran en ese sentido. Y así.
Todo sea para facilitarles el acceso a la Universidad. Está tan necesitada de ellos.
Pues así y todo, mire usted por donde, ni por esas.
El número de aptos ha sido inferior al del año pasado, y eso que (4) se han matriculado más alumnos. Quien lo hubiera pensado.
Pero es lo que tienen los cambios. Que traen sorpresas no esperadas.
De cualquier forma, en este junio de 2010, menos de un alumno de cada diez ha suspendido. O sea que bien.
Porque de lo que se trata es de que entren en la Universidad. Sea como sea. Ya se lo he dicho antes.
Es una institución que se queda sin clientela, y los debe de buscar hasta debajo de las piedras. Aunque éstas sean “piedras logseras”.
Si bien la gente la sigue llamando Selectividad, ahora tiene uno nuevo: Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Que le viene como anillo al dedo.
Porque de selectiva ya no tiene nada.
Ya no selecciona a los candidatos, sólo los clasifica para acceder a la Universidad.
Lejos quedan los tiempos en los que sí era una auténtica selección.
Cuando eran más los que querían estudiar, que las plazas disponibles para hacerlo.
Hoy ya lo saben, más bien ocurre lo contrario. (Continuará)
Una vez que el foco de atención de la noticia se ha desviado hacia otros intereses informativos.
Y el momento Selectividad ya ha pasado.
Se ve que la cosa ésta de la educación, sólo importa mientras les interesa a algunos. Después ya no.
Es para ellos para quien se escribió lo de “a otra cosa mariposa”.
Por eso es ahora cuando escribo de la Selectividad de este curso escolar 2009-2010. Y de sus resultados les diré que han sido, más o menos, los esperables. Bueno.
Más bien menos que más. Verán porqué les digo esto.
Aunque se ha mantenido la ratio de otros años, han aprobado alrededor del 93% de los alumnos matriculados, en este curso había cambios que hacían pensar que mejoraría. Que subiría el porcentaje de aprobados.
Sencillamente los cambios introducidos se hacían para que apuntaran en ese sentido. Y así.
Hola PAU
Dejando de lado el hecho sabido de que (1) son más que conocidas la gran mayoría de preguntas que pueden caer, en este curso (2) se ha reducido el número de materias a las que los alumnos deben presentarse y, además, (3) se podían escoger algunas de éstas. Ya ven.Todo sea para facilitarles el acceso a la Universidad. Está tan necesitada de ellos.
Pues así y todo, mire usted por donde, ni por esas.
El número de aptos ha sido inferior al del año pasado, y eso que (4) se han matriculado más alumnos. Quien lo hubiera pensado.
Pero es lo que tienen los cambios. Que traen sorpresas no esperadas.
De cualquier forma, en este junio de 2010, menos de un alumno de cada diez ha suspendido. O sea que bien.
Porque de lo que se trata es de que entren en la Universidad. Sea como sea. Ya se lo he dicho antes.
Es una institución que se queda sin clientela, y los debe de buscar hasta debajo de las piedras. Aunque éstas sean “piedras logseras”.
Algunas consideraciones docentes
Por eso, uno de los cambios introducidos más afortunado, desde mi punto de vista, es el de (5) su nombre.Si bien la gente la sigue llamando Selectividad, ahora tiene uno nuevo: Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Que le viene como anillo al dedo.
Porque de selectiva ya no tiene nada.
Ya no selecciona a los candidatos, sólo los clasifica para acceder a la Universidad.
Lejos quedan los tiempos en los que sí era una auténtica selección.
Cuando eran más los que querían estudiar, que las plazas disponibles para hacerlo.
Hoy ya lo saben, más bien ocurre lo contrario. (Continuará)
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