O lo que es lo mismo, el tiempo vuela o se escapa.
Una referencia a su paso irremisible que todo lo acaba. Que todo lo cambia.
Una referencia a su paso irremisible que todo lo acaba. Que todo lo cambia.
La expresión aparece por primera vez en 'Georgicas', poema escrito por el poeta romano Virgilio.
La frase exacta es: ‘Sed fugit interea fugit irreparabile tempus’, y con ella nos invita a aprovechar el tiempo.
Lo hace de forma parecida a otra locución latina, carpe diem, de la que ya hemos dado también cumplida información, en estos predios.
Ambas se refieren a lo que de esencial, tiene el pacto que debemos hacer con el tiempo.
No se trata de decir “haría este trabajo si tuviese tiempo”. Eso carece de ningún sentido. Sino “haré este trabajo todos los días a tal hora”. Ésa es la esencia.
Tempus fugit fue un lema muy utilizado también, hasta no hace mucho, para decorar relojes. El tiempo vuela. Lo hizo mientras escribí esto para ustedes.
Y lo ha hecho y hace mientras lo lee. Hasta cuando hablamos, con la palabra, el tiempo huye ¿O somos nosotros los que huimos? Porque, ¿qué es el tiempo?
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