Sin duda una buena película.
Un referente cinematográfico en lo que respecta a creatividad y libertad en las aulas.
En ella se analizan las relaciones entre profesores y alumnos de un clásico centro victoriano, a través de la rompedora presencia de un innovador profesor de literatura, protagonizado por Robin Williams.
Basada en la novela homónima de N. H. Kleinbaun, tiene un importante trasfondo educativo, ideológico y político.
Un referente cinematográfico en lo que respecta a creatividad y libertad en las aulas.
En ella se analizan las relaciones entre profesores y alumnos de un clásico centro victoriano, a través de la rompedora presencia de un innovador profesor de literatura, protagonizado por Robin Williams.
Basada en la novela homónima de N. H. Kleinbaun, tiene un importante trasfondo educativo, ideológico y político.
En ‘El club de los poetas muertos’ profesor y alumnos se mueven no sólo en la misma dirección, lo que es esperable, sino en el mismo sentido, que es lo deseable.
De esta manera el profesor les ayuda a descubrir sus propios caminos, les enseña a pensar por sí mismos y les obliga a ejercer la reflexión crítica.
Algo que, en teoría, parece inherente a la función docente pero, créanme, no es fácil de llevar a la práctica. Se lo puedo asegurar. Por desgracia, en escasas ocasiones se va mucho más allá de la enunciación de buenos propósitos.
Y no parece que influya la disciplina con la que se intente, ni el área de conocimientos en la que se desarrolle. Ciencia o Arte ofrecen por igual la misma desesperanza educativa.
A pesar de todo hay que intentarlo siempre. En Física o Historia, Matemáticas o Literatura, Biología o Música. No importa cual, pues sin ellas no hay Cultura.
Y todas están realizadas por humanos. Humanidades, por tanto.
El momento “Carpe diem”
En la película hay una escena en la que se reflexiona sobre lo efímero de la vida y la pérdida de lo único que no podemos recuperar: el tiempo. Es cuando el profesor Keating (Robin Williams), impostando una voz fantasmal, les dice lo de:
“Aprovechad el momento, chicos, porque un día, lo crean o no, todos los que estamos en esta habitación dejaremos de respirar, nos enfriaremos y moriremos. Carpe diem, no esperéis hasta que ya sea tarde para hacer que vuestra vida sea lo que puede llegar a ser...”.
Que había iniciado con:
“...el día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida”. Bueno, bueno.
“Aprovechad el momento, chicos, porque un día, lo crean o no, todos los que estamos en esta habitación dejaremos de respirar, nos enfriaremos y moriremos. Carpe diem, no esperéis hasta que ya sea tarde para hacer que vuestra vida sea lo que puede llegar a ser...”.
Que había iniciado con:
“...el día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida”. Bueno, bueno.
Como pueden intuir, la película es algo más que la simple apreciación de un profesor enrollado, que incita a los alumnos a subirse sobre las mesas a protestar.
Para algunos, incluso es una fuente de recursos y posibilidades. Como quien dice, aprender de la película o aprender con el cine.
No sé si “Carpe diem” llega a decir tanto, pero merece la pena averiguarlo. Hay quien dice que es el tiempo la sustancia de la que estamos hechos. Puede ser, pero ¿Por qué se dice “Carpe diem”?
Para algunos, incluso es una fuente de recursos y posibilidades. Como quien dice, aprender de la película o aprender con el cine.
No sé si “Carpe diem” llega a decir tanto, pero merece la pena averiguarlo. Hay quien dice que es el tiempo la sustancia de la que estamos hechos. Puede ser, pero ¿Por qué se dice “Carpe diem”?
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