(Continuación) Seguimos con nuestro “novatore” arahalense si bien cambiamos de ubicación callejera pues nos desplazamos hasta la céntrica calle San Isidoro perteneciente al barrio de la Alfalfa en el distrito Casco Antiguo (41004), en una de cuyas casas junto a la iglesia de San Isidoro vivió el insigne médico Juan Muñoz de Peralta. Su domicilio particular que adquirió cierta relevancia cultural al convertirse en lugar de encuentro de un grupo de intelectuales, especialmente médicos, interesados por la cultura y el mundo del saber. Una moda de la época, ésa de reunirse en determinadas casas señoriales y tener charlas sobre diferentes temas ilustrados, eso sí en un ambiente liviano y algo también insustancial, al menos al principio.
Al menos al principio porque, en esa línea de comunicar e intercambiar conocimientos y experiencias, Muñoz y Peralta y otros “ilustrados” deciden formalizar estos eventos y debatir en ellos temas médicos de actualidad, comentar libros recién llegados o exponer cada uno sus últimas experiencias médicas. Los asistentes por lo general eran intelectuales descontentos tanto con los escasos avances que se observaban en España en el estudio y aplicación de las ciencias, como con el retraso con el que llegaban las nuevas ideas filosóficas y del pensamiento.
Evidentemente entre ellos
estaban los “médicos revalidados”, aunque no eran pocos los catedráticos
universitarios que quisieron formar parte de esta tertulia para la que, ojo al
dato, se exigía “hallarse muy instruido en filosofía y en la medicina
moderna”.
Sin duda alguna la renovación científica en nuestro país surge al margen de las instituciones universitarias y lo hace cuando el hombre de ciencia siente la necesidad de reunirse en grupos de estudio y trabajo que tienen lugar, a falta de otras dependencias, en domicilios particulares.
En ese
contexto nace hacia 1693, en la casa número 19 de la calle San Isidoro, la “Veneranda Tertulia Hispalense", a la que
asistían numerosos y prestigiosos médicos, cirujanos y farmacéuticos para poner
en común los nuevos conocimientos médicos y químicos. Una edificación que ya no
existe como tal y una tertulia que tampoco y de la que fue fundador y nombrado
director, nuestro hombre.
Al
amparo de la “Veneranda”
En este momento “tempranero” de finales del siglo XVII, y en medio de las polémicas entre “galenistas” y “novatores” en el ámbito académico sevillano, inicia su andadura nuestra tertulia donde se contraponían las ideas de los “médicos revalidados” a las de los “médicos doctores”. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 26
de mayo de 2025, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.




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