Me lo preguntaba un lector del blog, hace unos días y a propósito de la entrada Física cuántica y ¿autoayuda? pues bien, hasta donde he podido averiguar y tirando de diccionarios se trata de una palabra derivada de magufo, así que sigamos el hilo de las pruebas.
Magufo
Desde el punto de vista etimológico todo
apunta, aunque con escaso rigor científico, a que proceda de la fusión (fría) de
las palabras “mago” y “ufólogo” (de “ufología” o falsa ciencia
que estudia los ovnis)
Entre otras acepciones este término tiene la de ‘persona que cree, promueve o comercia con fenómenos paranormales o
pseudocientíficos tales como la ufología, la magia, la telepatía, las teorías
conspirativas’ lo que no es nada bueno.
Claro que peor es la de ‘aquél que pretende ser o pasar por científico sin serlo’, en tiempos solían llevar un chaleco de Coronel Tapioca, un mal asunto del que se puede informar entre otras entradas en Y por cierto, ¿qué es un magufo? y un término del que proceden algún que otro derivado como magufismo, maguferio o magufada
Magufismo, maguferio y magufada
Como magufismo, actitud consistente en
creer todo tipo de bulos acientíficos, afirmaciones no comprobadas y paranoias
alarmistas, y que por desgracia cada vez abunda más en Internet, lo que
facilita que personas incautas, ignorantes o faltas de sentido crítico caigan
en ellas; o maguferio, conjunto de magufos.
Y por supuesto la que nos trae, magufada,
acción propia de un magufo, aunque se suele utilizar también como adjetivo
despectivo, por ejemplo, “eso es una magufada”, dicha en el sentido de algo
peor que “eso no es ni una idea es una ocurrencia”. Todos estos términos y otros suelen ser usados en páginas web de divulgación del escepticismo científico.
Unas magufadas en las que no siempre es fácil diferenciar credulidad e ignorancia de ciencia y conocimiento popular, no; de hecho, todos conocemos a alguien que suponemos inteligente, formado y razonable que se niega, por ejemplo, a las vacunas o sigue cuestionando que el hombre hollara la Luna en 1969.
Y a los que no resulta tampoco nada fácil convencerlos de su error o sacarlos de su ignorancia, remedando al escritor estadounidense Mark Twain (1835-1910), “Por dos motivos nunca discutas con alguien que se comporta como un imbécil.
Uno, a los diez minutos nadie te
diferenciará de él, y dos, te hará descender a su nivel y allí te ganará por
experiencia”. No, nunca discuta. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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